¿Obliga la Ley a instalar una solución salvaescaleras en una comunidad de vecinos?

Desde la promulgación de la Ley de accesibilidad universal en 2017, las comunidades de vecinos tienen la obligación de adaptar los espacios comunes de los edificios para hacerlos accesibles a todas las personas, incluidas aquellas con problemas de movilidad. Esto significa que los vecinos tienen que instalar plataforma salvaescaleras, rampas o cualquier otro dispositivo que permita el acceso sin barreras a las personas con discapacidad o movilidad reducida.

La Ley de Propiedad Horizontal también establece la obligación de eliminar todas las barreras arquitectónicas que impidan la libre circulación de las personas. Las comunidades de vecinos deben eliminar las barreras físicas, como escaleras, desniveles, puertas estrechas o pasillos angostos, que dificulten el acceso a las personas con discapacidad o movilidad reducida.

¿Es posible la instalación del salvaescaleras en un bloque de pisos?

Los salvaescaleras son una solución versátil y segura para mejorar la accesibilidad en edificios. En comparación con los ascensores, los salvaescaleras tienen un consumo eléctrico y mantenimiento mucho menor. Además, estos dispositivos pueden recargarse a lo largo del recorrido mediante las guías y están dotados con baterías para seguir funcionando en caso de cortes de luz.

Aunque los salvaescaleras no están obligados a pasar una revisión cada cierto tiempo, es recomendable realizar un mantenimiento regular para garantizar su correcto funcionamiento y seguridad.

¿Es posible la instalación del salvaescaleras en un bloque de pisos?

¿Es posible realizar la instalación de la solución salvaescaleras sin una votación de la comunidad?

Con la última reforma de la Ley de Propiedad Horizontal, no se requiere acuerdo previo de la Junta de Propietarios o Comunidad de Vecinos para la instalación de dispositivos de accesibilidad en edificios. La responsabilidad de cumplir con esta obligación recae en la Comunidad de Vecinos, y más específicamente en el Presidente de la misma, quien debe tomar las medidas necesarias para garantizar la accesibilidad en el edificio.

En el caso de que haya uno o más vecinos que soliciten ajustes en cuanto a accesibilidad, y tienen un grado de discapacidad igual o superior al 33%, o si la persona que lo solicita tiene más de 70 años, se debe realizar un estudio para determinar la mejor solución para la supresión de las barreras arquitectónicas, que podría ser una solución salvaescaleras.

En conclusión, la instalación de un salvaescaleras en una comunidad de vecinos es una solución efectiva y segura para mejorar la accesibilidad en edificios. Las comunidades de vecinos tienen la obligación de adaptar los espacios comunes de los edificios para hacerlos accesibles a todas las personas.