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El muro de Berlin durante la guerra fría era menos franqueable que las vallas españolas en Ceuta y Melilla. No había concertinas, ni tranpas, ni sensores, ni existían los helicópteros de la Guardia Civil
El gobierno del rey Hassan II durante el periodo comprendido entre 1956 y 1999, conocido como los "años de plomo", se caracterizó por la represión de la disidencia política, la desaparición forzada de cientos de personas, la detención arbitraria de miles más y el uso sistemático de la tortura y otros malos tratos.
Aunque la situación de los derechos humanos ha mejorado desde la subida al trono del rey Mohamed VI, Amnistía Internacional continúa recibiendo información sobre tortura y otros malos tratos infligidos por la policía o la gendarmería real durante los interrogatorios en prisión preventiva y, aunque en menor medida, en cárceles y durante la reclusión en régimen de incomunicación en centros secretos de detención.El salto de la valla e Melil y las "devolucionrs en caliete" orparte de la Guardia Civil de subsahrianos, escandaliza a Europa, por su brutalidad. Empezando porla valla de Melilla.
La valla de Melilla es realmente una alambrada metálica, una barrera física de separación entre Marruecos y la ciudad española de Melilla cuyo único propósito es dificultar la inmigración irregular.
Está fabricada de alambre de acero y su coste inicial fue de unos 33 millones de euros. Comenzó a levantarse en 1998, primero como una sola valla y finalmente como dos vallas paralelas de tres metros de altura, que fueron recrecidos hasta los seis metros en 2005 tras la llamada 'Crisis de la Valla'. En 2007 se añadió entre ambas un tercer obstáculo, conocido como 'sirga tridimensional', que alcanza los tres metros.
Estos muros metálicos, con una longitud cercana a los 12 kilómetros, no son el límite real entre España y Marruecos. Fueron construidas en terreno español bordeando la carretera ML-300 conocida como 'de circunvalación'.
Desde Marruecos, la persona que quiera entrar a Melilla debe pasar una carretera perimetral, una doble alambrada de espino, una zanja de tierra de dos metros de profundidad y cuatro de anchura y finalmente una pista de seguridad repleta de fuerzas auxiliares y puestos de vigilancia antes de toparse con la valla.
Una vez delante, la barrera consiste en una alambrada ciclónica de unos siete metros de altura inclinada 10 grados hacia Marruecos que cuenta con concertinas barbadas o de cuchillas a primera altura, mallas 'antitrepa' a media altura y está coronada por unos flejes de acero de mayor inclinación, que impiden el apoyo de escaleras y hacen que la parte de arriba de la valla sea inestable, dificultando su traspaso.
Pero aún hay una tercera valla.Se trata de una valla tridimensional que se instaló en 2007 entre las dos vallas paralelas en sustitución de las concertinas, las cuchillas que desde 2004 poblaban el vallado. Consiste en un entramado de cables de acero que une ambas vallas y que los inmigrantes tratan de sortear saltando de una valla a la otra. En ocasiones, estos intentos provocan graves lesiones a quienes saltan. Varias asociaciones humanitarias criticaron su instalación en 2007.
Es una de las medidas anunciadas por el ministro del Interior, Jorge Fernández, aunque no se trata de nada nuevo. A finales de octubre, el Gobierno del PP, comenzó a instalar este tipo de mallas antitrepa en la valla de Melilla con el fin de evitar que los inmigrantes escalaran el vallado Estas mallas están conformadas de tal manera que impide meter los dedos por la misma. En octubre, el delegado del Gobierno en Melilla informó que se colocarían sólo en tres kilómetros de la valla, los más frecuentados por los inmigrantes.
Las cuchillas que Fernández Díaz califica como un método "pasivo" y "no agresivo" de disuasión, han vuelto a la valla. Pese a que el ministro asegura que fue el Gobierno socialista de Zapatero el que instaló las “concertinas“, la realidad es que el gobierno del PP, las ha recuperado para la parte alta de la valla de Melilla, de donde desaparecieron en 2007. Nunca se quitaron de la parte baja y tampoco de la valla de Ceuta.
Estas cuchillas aparecieron por primera vez en 2005, cuando el Gobierno de Zapatero las instaló tras varios intentos de salto hacia España.
Además de las vallas propiamente dichas, el perímetro fronterizo cuenta con todo un sistema de tecnología a su alrededor para detectar cualquier tipo de presencia humana.
Así, a lo largo de la frontera se distribuyen numerosas cámaras de vigilancia y equipos de visión nocturna. La Guardia Civil también cuenta con luces de alta intensidad para enfocar a los inmigrantes que puedan acercarse.
Por tener, hay hasta cables subterráneos que conectan una red de sensores electrónicos de ruido y de movimiento.
Para reforzar el suministro de energía para estos dispositivos, el ministro ha anunciado una dotación de 800.000 euros.
Helicópteros sobre la valla que es ahora más infranqueable que el muro de berlin
Fernández Díaz ha anunciado que se desplazarán 20 agentes más de los antidisturbios de la Guardia Civil para que la dotación fija en Ceuta pase de 40 a 60 efectivos y completar así una Unidad Básica de Actuación (UBA) en la zona.
La Guardia Civil también contará con un helicóptero que tendrá base "permanente" en Ceuta y que sobrevolará la zona. "Su labor será de detección y de disuasión", ha explicado el ministro. Aunque pocos se lo crean.
Si se consigue franquear, antes de llegar a la segunda valla, de seis metros de altura, hay que pasar la llamada sirga tridimensional: un entramado de cables de acero anclados con estacas de diferentes alturas –que van desde uno hasta tres metros- que impide el paso tensándose al apoyar peso en él, imposibilitando el uso de escaleras y la colocación de mantas para acceder a la segunda y última alambrada.
Vista de la sirga tridimensional de la valla de Melilla, conocida como la 'tercera valla'.
A estas medidas físicas hay que sumar otras de tipo tecnológico, tales como el dispositivo de alarma temprana que salta cuando alguien se apoya en la parte exterior de la valla; el sistema de focos cegadores que se activa a la vez que la alarma exterior; el sistema de cámaras móviles que enfocan automáticamente hacia el punto donde se ha detectado el movimiento; el sistema de luces de alarma y sirenas que avisa de forma visual y sonora del punto donde se detecta un movimiento sospecho; o el sistema de agua a presión con pimienta que, a pesar de permanecer instalado, nunca se ha llegado a usar debido a las posibilidades de causar graves lesiones al rociar gas pimienta contra gente que viene agotada y en muchos casos con enfermedades respiratorias.
Una vez pasada la valla, el inmigrante se encuentra con los helicópteros de la Policía y la Guardia Civil, las torretas de vigilancia instaladas cada 500 metros y las patrullas de vigilancia que circulan por la carretera perimetral y que cuentan con visores nocturnos y térmicos.
Amnistía Internacional y la ONU han protestado en vano por las vulneraciones de todos los derechos humanos que se cometen para frenar a los ilegales
Un muro que debería ser prácticamente infranqueable y que es superado constantemente por aquellos que huyen de la miseria luchando por sobrevivir.
Vallas, cuchillas, sensores, pelotas de goma, helicópteros... Elementos disuasorios que se juntan en las fronteras de Ceuta y Melilla para frenar el sueño de los inmigrantes que buscan escapar de sus casas de Africa camino de una vida mejor en España.
Cuando la muerte de subsaharianos no es genocidio
Tras la muerte de 15 inmigrantes hace unos meses en Ceuta y ante la lluvia de críticas sobre todo de Amnistía Internacional por la actuación de la Guardia Civil aquella trágica mañana, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anuncia que las fronteras españolas se van a reforzar con nuevos elementos disuasorios Sin duda fueron un “elemento disuasorio”, estilo Gestapo aquella la trágica mañana del 6 de febrero, cuando perecieron 15 inmigrantes frente a la playa del Tarajal.
El uso de este material antidisturbios fue reconocido por el ministro del Interior en su comparecencia en el Congreso, aunque negó que se dispara contra los inmigrantes que en ese momento trataban de alcanzar la costa a nado. Según Fernández Díaz, los agentes dispararon al agua para delimitar "un área de antidisturbios" y "trazar" la frontera en el mar. Se disparó, según el ministro, "desde tierra a aguas españolas" y con fin "disuasorio".Es decir España se hizo otra frontera en el mar, para frenar a lo inmigrantes.
Otra de las medidas anunciadas por Fernández Díaz ha sido la ampliación de los espigones en Ceuta: los del Tarajal y Benzú. El objetivo, según el ministro de Interior de España, es "mejorar en la lucha contra la inmigración irregular y la seguridad en Ceuta". Si bien el ministro ha admitido que "en la medida en que cierras una puerta, se intentan otras vías". Afortunadamente.
La tortura y los malos tratos "son una realidad" y "por lo general quedan impunes" en los centros de detención de Marruecos y el Sahara Occidental, denunció Amnistía Internacional al presentar su informe mundial sobre la tortura.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha destacado en Madrid y Melilla la “eficacia” de la malla antitrepa —que impide meter los dedos para escalar las seis alambradas de seis metros de altura que separan la ciudad española de Marruecos—, alegando que desde su instalación el mes pasado apenas una veintena de inmigrantes ha saltado la valla. Fernández aseguró que, tras trabajar “a destajo”, se ha completado la instalación de la malla a lo largo de nueve kilómetros de perímetro fronterizo.
No obstante, reconoció que hasta ayer habían entrado ilegalmente en Melilla un total de 3.501 inmigrantes, “un 230% más que en el año 2013”. Solo el 28 de mayo saltaron la valla 400 indocumentados, del millar que lo intentaron. El ministro elogió la labor de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía en la vigilancia de la frontera y advirtió de que quien quiera entrar en España debe hacerlo “cumpliendo la ley”, porque “no es pedir mucho que entren por la puerta y no por la ventana”(Textualmente).
Fernández Díaz aseguró que “la política de inmigración no es de derechas ni de izquierdas, es una cuestión de Estado”, por lo que pidió un pacto entre los grandes partidos. Advirtió de que el tema debe abordarse “con responsabilidad y sin demagogia”, pues de otro modo puede llegar a “perturbar” la convivencia. Aunque el ministro aseguró que se han tomado medidas para reforzar la frontera con Marruecos —como el envío de módulos de intervención rápida del Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil o de las Unidades de Intervención Policial—, varias respuestas parlamentarias evidencian que desde que el PP llegó al poder se han reducido las plantillas de ambos cuerpos en Ceuta y Melilla.(Textualmente)
En concreto, los efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado han pasado de 1.171 agentes en 2011 a 1.123 en 2013 en Ceuta y de 1.189 a 1.135 en Melilla. En conjunto, la reducción ha sido de un centenar de policías y guardias civiles, en torno al 4, 3%. Ya antes del incremento del 230% en el primer semestre de este año, en 2013 crecieron en un 16% las entradas ilegales de inmigrantes en Melilla, mientras que en Ceuta el aumento fue aún mayor: del 92% por tierra y del 203% por vía marítima. Por el contrario, la llegada de inmigrantes a las costas canarias y andaluzas se redujo un 15%: de 3.805 personas en 299 embarcaciones en 2012 a solo 3.236 en 282 barcas en 2013.
La ONU ha pedido explicaciones al Gobierno de España por su política de inmigración y, particularmente, por las "devoluciones en caliente" en Ceuta y Melilla.
En un informe, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas pide a España que dé explicaciones sobre la devolución sumaria de inmigrantes en Ceuta y Melilla, la muerte de 15 personas frente a la playa ceutí de El Tarajal por el impacto de pelotasde goma de los policías o gvuardias civiles disparados desdes la orilla, la violencia policial en la represión de los saltos en las vallas fronterizas y las denuncias de malos tratos a inmigrantes en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), donde están detenidos los que lograron cruzar la valla y estabanen Melilla y entre otras cuestiones.
Así lo recoge el listado del Comité, un documento que enumera las cuestiones sobre las que España deberá informar a la ONU de cara al VI Examen Periódico del cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que tendrá lugar en junio o julio de 2015 en Ginebra. El Gobierno deberá ahora responder por escrito.
Para este tipo de evaluaciones, los estados envían un primer informe al Comité detallando las políticas que tienen en marcha para garantizar el cumplimiento de todas sus obligaciones. El reporte oficial se complementa con el que elaboran las ONG, como en este caso hizo Rights International Spain (RIS), aportando una perspectiva sobre la situación de los Derechos Humanos en el país que, según explica esta organización, "el Gobierno habría silenciado".
Tras analizar los distintos documentos, el Comité ha pedido a España que "proporcione información sobre los avances en la investigación del caso de la muerte de 15 inmigrantes que fallecieron el 6 de febrero de 2014 en la playa del Tarajal, en Ceuta" y se sirva de "comentar los informes sobre casos de malos tratos en los CIE y el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades migratorias".
En esta línea, el Comité solicita al Gobierno que comente la información "que da cuenta de abusos cometidos en el procedimiento de expulsión de extranjeros, en particular marroquís desde Ceuta y Melilla, y que muchas de las expulsiones ocurridas no cumplen con el procedimiento migratorio vigente en el Estado". También pide cuentas "sobre las medidas tomadas para poner fin a los controles policiales basados en perfiles raciales y étnicos".
La relación entre Mohamed VI y la monarquía sigue funcionando
Se ha constituido en Tánger una comisión mixta entre España y Marruecos para tratar de la readmisión de inmigrantes y resolver lo que el ministro ha dado en llamar "las cuestiones litigiosas" del mismo. En definitiva, se trata de abordar el tema de las llamadas devoluciones en caliente, algo que Fernández Díaz niega que existan porque "son ilegales". ¿Si no existen, para que hablar de lo mismo.?
"Si por devolución en caliente entendemos que una persona que acaba de entrar al país y está junto al perímetro fronterizo, se la devuelve al país del que procedía, esto no existe. Y si existe, es ilegal", ha asegurado. "Si la Guardia Civil impide la entrada, no procede hablar de devolución", afirma el ministro, quien defiende que se actúa de acuerdo a la Ley de Extranjería.
El Ministro del Interior, Jorge Fernández, no ha reconocido ante Amnistia Internacional la más mínima culpa de España en materia de derechos humanos en relación con el paso de ilegales del país que sean. Y en relación con torturas en cárceles marroquies tampoco sabe nada ni es de su competencia, aunque tampoco hay que hacer demasiado caso a los periódicos sensacionalistas de la izquierda.