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Luego de la revocatoria y las cuasi heladas elecciones para regidores en Lima Metropolitana de 2013, el panorama electoral rumbo al 2016 comienza a despejarse y nos encontramos con una situación inhabitual en nuestra historia contemporánea. Tanto el fujimorismo como el humalismo, dan señales de estar en la situación de tener dos potenciales candidatos para elecciones futuras. Si el humalismo tiene a Nadine para el 2016 –hipótesis de momento fuera de la ley- el fujimorismo por su lado tiene a Kenji Fujimori como eventual reemplazo de su hermana Keiko en el horizonte posterior al 2016. Pareciera que le llego la hora de los clanes familiares en la política peruana. Imagen: Quiero ver la blanquirroja en Brasil 2014(facebook)
A favor del fujimorismo hay que decir que este tiene todas las posibilidades favorables para convertirse en un partido político solido en los próximos años, todas al parecer menos la decisión política de sus líderes. El humalismo por su parte tiene detrás de si en estos momentos toda la maquinaria del Estado y sus políticas sociales para hacer asegurar el crecimiento de sus huestes y la sombra de Nadine Heredia actual presidente del partido de gobierno como eventual candidata a la presidencia en el 2016.
La figura de Nadine Heredia candidata al 2016 sea a la presidencia o al congreso es una figura interesante para el humalismo ya que este no tendrá tras de si el aluvión de alejamientos que pueden tener agrupaciones de naturaleza tan frágil como el Partido Nacionalista al acercarse el final de su mandato, sus seguidores en el congreso sentirán que pueden optar con algunas perspectivas por retornar a sus curules y que las perspectivas del PNP son iguales e incluso superiores que la de cualquier otra combi electoral de tres al cuarto con la que podrían toparse en el camino, esto de por si le otorga una mayor estabilidad al gobierno saliente que la que tuvo por ejemplo el toledismo en sus días finales y también la posibilidad tanto si Heredia es candidata a la presidencia como al congreso de mantener una nutrida bancada cuidando las espaldas de los actuales inquilinos de palacio tras su salida del poder. Un escenario que no han disfrutado ni el perúposibilismo en el 2006-2011 ni el aprismo en la hora actual.
Está claro que el gobierno está tentado la figura de la reelección conyugal y con ello fortalece a su organización, los cambios y remociones en las fuerzas de seguridad en razón del caso López Meneses dan cuenta de un intento de aprovechar el pánico como lo hacen las declaraciones del presidente Humala en contra de la supuesta "concentración de medios", una suerte de intento muy montesinista de apretar las clavijas de los opositores y perfectamente dentro de los parámetros de la "Gran Transformación", sin embargo la popularidad del régimen juega en contra y la pareja gobernante y su entorno deben conocer perfectamente este crucial dato de la realidad y la pareja Humala- Heredia ha demostrado bastante criterio pragmático en función de la realidad, diera la impresión que la alternativa esta ahí presente. Pueden transitarla o no transitarla, pero la posibilidad está presente.
Mientras todo ocurre es claro que el humalismo ya enterró la "Gran Transformación" para adentrarse en los caminos del neopopulismo de derechas, esto es un discurso centrado en lo social combinado con prácticas de libre mercado en el ámbito económico. No mucho que envidiarle al fujimorismo, salvo la ausencia de Montesinos y el carácter decidido del propio Fujimori que es lo que a todas luces le hacen falta al popular cosito y su señora consorte.
Iván Budinich Castro ivanbudinich@yahoo.com @ibucas