Cinco presuntos miembros de una banda criminal murieron el sábado en un enfrentamiento con la policía de Veracruz, un estado del este de México donde el jueves murieron otros nueve presuntos criminales que se enfrentaron a balazos con unos militares, informó el gobierno local.

Durante un operativo en la tarde del sábado, se logró "el abatimiento de cinco presuntos delincuentes, entre ellos una mujer", y se puso en marcha un operativo para encontrar a otros probables miembros de su banda criminal, informó el gobierno de Veracruz en un comunicado.

Tras una denuncia anónima sobre la presencia de criminales, las fuerzas del orden acudieron al municipio de Alto Lucero, ubicado en el norte del estado en el Golfo de México, donde los "civiles armados agredieron a las unidades" policiales, quienes repelieron la agresión dando muerte a cinco pistoleros, precisó la misma fuente.

Alto Lucero ha sido escenario de constantes tiroteos en los últimos meses, en una ola de violencia que se replica en todo Veracruz, una zona asolada por el cártel Los Zetas, que además de traficar con drogas, armas y lavar dinero, comete secuestros, extorsiones y asesinatos contra habitantes y migrantes indocumentados que pasan por ahí rumbo a Estados Unidos.

En la madrugada del jueves, nueve presuntos miembros de una banda criminal murieron en el municipio de Banderilla durante un enfrentamiento con unos militares, quienes realizaban un operativo contra un secuestro.

En tanto, las autoridades exhumaron el viernes cuatro cadáveres decapitados y con huellas de tortura de una fosa clandestina de Minatitlán, ubicado a 250 kilómetros al sur del importante puerto de Veracruz.

También la capital estatal, Xalapa, ha sido últimamente escenario de frecuentes actos de violencia que han dejado múltiples enfrentamientos urbanos entre policías locales y miembros de Los Zetas, un cártel que surgió a finales de la década de 1990 con militares de élite desertores y que ahora mantiene una cruenta pugna con sus rivales del Golfo.

Esta semana, las autoridades de Veracruz decidieron blindar sus fronteras con dispositivos de seguridad para evitar el ingreso a su territorio de células del crimen organizado de otros estados, como el vecino Tamaulipas, que actualmente padece un crítico recrudecimiento de la violencia.