La situación de la economía mundial es caótica. Algunos gobiernos hacen ingentes esfuerzos para salvar las economías de sus países. Otros intentan estrategias con ese mismo fin y los demás despilfarran recursos, se inventan formas para ‘ obtener mejores y seguras ganancias’ y para eludir el castigo para sus actuaciones irresponsables. Los últimos crean las ‘ normas’ necesarias para burlar los efectos de la ley. Normas ‘ acomodadas’ que favorecen actuaciones ilícitas, que borran malos manejos y las que les dan ‘ salvoconductos’ a los ‘ corruptos’ . Es así como muchas ‘ fechorías’ quedan sin castigo, en cambio son ensalzadas y son ‘ elevadas’ a la categoría de ‘ actuaciones ejemplarizantes’ . Risas, muestras de júbilos y jolgorio total son mostrados cuando logran el objetivo: ‘ Burlar la ley’ .

Estas prácticas son generalizadas en los países subdesarrollados. Se podría plantear una teoría al respecto: El grado de subdesarrollo es directamente proporcional a la facilidad para delinquir ‘ oficialmente’ . Estas prácticas se han ido generalizando hasta el punto de perder la ‘ exclusividad’ . En todas las esferas del componente social se han impuesto la triquiñuela, la mentira y engaño. Dentro de los límites territoriales de muchos países estas ‘ prácticas’ son normales, aplaudidas y les imponen los sellos de la legalidad. Parlamentos ‘ manipulables y manipulados’ les construyen las vías de la legalidad a quienes se les encomiendas estas ‘ tareas’ .

Dentro de los límites territoriales de muchos países estas “prácticas” son normales, aplaudidas y les imponen los sellos de la legalidad

Analizando a quienes deben ejercer el control, estos organismos han perdido la autoridad suficiente y necesaria para que sus ‘ investigaciones’ tengan las repercusiones esperadas. Estos entes se han convertido en los ‘ zombies’ de las autoridades de turno. Dejan pasar anomalías con el fin de tener satisfecho a sus ‘ patrones’ . Se esconden en la arena para impedir ser considerado como un obstáculo en el camino de quienes ostentan el poder. Los gobernantes también ‘ usan’ la arena para taparse los ojos y no ver sino todo aquello que los benefician. Y los pobladores son enterrados en la arena de la desidia y el abandono.