El daño que pretende hacer el señor Álvaro Uribe al país, es igual o peor que el que le han hecho en 50 años los guerrilleros de las Farc. El mandatario, con una larga sobra a sus espaldas, quiere pasarse nuevamente por la faja las normas constitucionales que establecen autonomía de los poderes públicos para la toma de sus determinaciones. Bajo ningún a circunstancia cualquier poder tiene porque que darle permiso a otro y menos, llamarlo a “coordinar” para el caso de las Cortes de Justicia, los fallos con el presidente y las fuerzas militares. Es un abuso de talla mayor que el Uribe pretenda infundirle a los colombianos que la justicia está actuando mal porque es independiente del ejecutivo y del legislativo apegada a la leyes y la constitución. Quienes sientan doctrinas judiciales no son el presidente no los generales del ejercito ni la policía, son los magistrados, eso no solo en Colombia, sino en todos los países democráticos del mundo. Pueda ser que en Cuba o en Venezuela los magistrados le pidan permiso al presidente para fallar, eso es allí, en Colombia lo tienen que hacer de conformidad con la legalidad y los acuerdos internacionales y en plena independencia de poderes. Uribe no quiere el bien para Colombia y los colombianos, busca proteger a sus familiares amigos, por eso sus actuaciones y agresiones son la mejor invitación a votar por Antanas Mockus.

La justicia tomó la determinación de no avalar la extradición de dos paramilitares narcotraficantes a los Estados Unidos hasta que ellos no hayan respondido ante la justicia Colombiano. Los magistrados creen que es mas importante juzgar primeros los crímenes de lesa humanidad, cometidos por esos sujetos, antes que enviarlos al extranjero a responder por narcotráfico. Ven que las masacres de seres humanos, los desplazamientos masivos de victimas inocentes y el hurto de sus propiedades, reclutamiento de menores, violaciones de todos los derechos de las gentes no pueden ser desconocidos y dejados en segundo plano. Uribe, en un rictus de temor a que uno de esos paramilitares narcotraficantes lo señale, esta desesperado para quitárselo a la justicia colombiana y silenciarlo como posibles testigos para desenmascarar a los responsables intelectual y materialmente de los delitos de lesa humanidad. Ya lo ha hecho y es como todo ahora es complicación para que los magistrados, jueces y fiscales logren declaraciones de quienes están en Estrados Unidos y que Uribe a las carreras se los llevó. De nadie es un secreto que familiares y amigos de Uribe podrían ser hundidos por estas gentes.

El narcotráfico es delito grave pero no puede estar por encima de los crímenes de lesa humanidad

La Constitución colombiana y las funciones de los magistrados y los tribunales no fueron inventadas por los actuales magistrados. Fue el fruto del estudio de eruditos colombianos cuando fue reformada la Constitución de 1886. Tampoco pueden ser modificadas caprichosamente por el presidente Álvaro Uribe, eso lo sabe hasta el más estúpido e ignorante en materia jurídica. Sería cometer el delito de prevaricato porque no corresponde a sus funciones hacerlo. Es pretender saltare los limites de la legalidad, la honradez y rectitud que deben tener todos los funcionarios públicos. Decenas de convenios internacionales avalan la bondad y buenos criterios de lo establecido por la ley y los fallos de nuestra corte, de tal manera que molesta la mala fe del presidente al tratar torcer las cosas y de poner sus caprichos e intereses personales y de grupo social, sobre la constitución y la legalidad. Estados Unidos pueda que tenga buena voluntad en colaborar con la justicia colombiana, puede ser verdad, pero de todas es mejor, económico y confiable tener a los testigos acusador aquí que allá. Alguien decía que por eso el próximo presidente va a ser, Antanas Mockus, quien les ha propuesto a los colombianos, especialmente a los jóvenes que son la in mesa mayoría, actuar como lo establece la constitución en todo momento y lugar. La legalidad sin otro miramiento. En otras palabras, le ha dicho, que la “seguridad LEGAL” será la marca de su gobierno y eso los ha entusiasmado. El siete de agosto se acaba el gobierno de acomodarlo todo a los intereses personales, el desconocimiento de la legalidad y la persecución a la justicia. Mockus ha dicho que él ejercerá el ejecutivo y en forma independiente y autónoma sin interferencias de ninguna clase, otros colombianos lo harán con el legislativo y el judicial. Álvaro Uribe le hace daño al país, no cabe la menor duda porque le esta surgiendo a los colombianos que desconozcan nuestra legalidad. La verdad es que no todo lo que salga de la boca del presidente es bueno.