Por los meses de enero de cada año, es normal que nos preocupemos por el alza de la gasolina, de las frutas, de las verduras, del transporte, de los útiles escolares, en fin todo sube, no es un secreto, no es una alarma, es lo más normal dentro de una economía consumista como la nuestra.

Si ese fuese el problema, pero el alza que más me afecta, es el alza de la intolerancia, de los anti-valores, de la falta de civismo y urbanidad, la violencia intrafamiliar está por las nubes; cada año se escuchan en los noticieros más casos aberrantes en contra de los niños y de las mujeres, también se escucha el incremento de accidentes de transito a causa de estados de alicoramiento o sencillamente por no respetar un semáforo en rojo o un pare, la filosofía que prima para manejar un carro en las ciudades principales, es la del " ser más avión", de igual manera a diario se leen noticias de muertos o lesionados a causa de algún reclamo respecto a una situación y para completar el deporte de moda es disparar al aire.

El alza de éstos elementos ocasiona una carestía en los valores y en la convivencia, si la oferta es violencia la demanda también será violencia.

Ruego a Dios por la familia del niño de Soacha que murió por un acto irresponsable, así mismo por los niños que se encuentran con pronóstico reservado por la misma causa.

Por favor no permitamos que la intolerancia y la irresponsabilidad sigan en alza. Una utopía? No lo se, solamente sé que debemos hacerle peso a la balanza: La tolerancia, el respeto, los valores, pesan más.

Unidos para evitar más alzas de actos absurdos y tristes: ¡ NO AL ALZA DE LA INTOLERANCIA¡ ¡SI AL ALZA EXTRALIMITADA DE EDUCACIÓN Y CULTURA CIUDADANA¡