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"No perjudicaría solamente a los empresarios, sino que tendría una incidencia directa en el consumidor final. Esperamos que sea sólo un anuncio, que estas declaraciones no se hagan efectivas"
Daniel Montealegre, presidente de la Cámara de Integración Económica Venezolano-Colombiana (Cavecol), dijo que un eventual corte definitivo del intercambio comercial entre las dos naciones resultaría en "perjuicio de los pueblos de Venezuela y Colombia".
"No perjudicaría solamente a los empresarios sino que tendría una incidencia directa en el consumidor final. Esperamos que sea sólo un anuncio, que estas declaraciones no se hagan efectivas", agregó, y llamó a las autoridades de los países vecinos a "reflexionar y dialogar".
Montealegre reaccionó así al anuncio que el martes hizo el presidente Hugo Chávez de "congelar" las relaciones con Colombia y de llamar al embajador venezolano en Bogotá y sus colaboradores, dejando solo al empleado de "más bajo nivel" de esa delegación
La balanza de pagos entre los dos países ha sido mucho más favorable a Colombia en los últimos años, con Hugo Chávez en la presidencia. Entre 1999 y 2008, el país hermano superó siempre a Venezuela en las exportaciones de sus productos hacia acá. En efecto, como dijo Chávez, hace diez años las importaciones desde Colombia rondaban apenas los mil millones de dólares y en 2008 superaron los 6 mil millones, según cifras de Cavecol, frente a los 1.198 millones de dólares que exportó Venezuela de vuelta: un total de casi 7.300 millones de dólares.
Aún durante la crisis del año pasado -luego de la muerte del jefe guerrillero Raúl Reyes durante un bombardeo colombiano en suelo ecuatoriano que suspendió la diplomacia binacional por meses- el intercambio comercial entre ambos países nunca se detuvo. Ya en la pasada cumbre de Cartagena, en enero, Uribe y Chávez habían acordado elevar las cifras del intercambio a 10 mil millones de dólares anuales.
Juan Carlos Sainz, jefe de la cátedra de Derecho Internacional de la Universidad Central de Venezuela y experto en las relaciones venezolano-colombianas, opina que la amenaza de Hugo Chávez de cerrar el intercambio comercial y expropiar empresas colombianas da una nueva dimensión a la historia de desencuentros entre los dos países.
"Esta vez la amenaza es contra empresarios colombianos, contra particulares que no tienen arte ni parte (en el conflicto) y esa sola declaración es ilegal en sí misma, porque viola compromisos firmados en la Organización Mundial de Comercio. Creo que la amenaza puede concretarse, porque lo que resumen esas declaraciones del presidente es una preocupación por la dependencia de Venezuela, supuestamente en estos tiempos más autosuficiente, del país que tradicionalmente ha sido su competidor. Esa reducción de las importaciones se va a convertir en una política de Estado", advirtió.
El último semestre el intercambio binacional ha disminuido, sobre todo por la caída de 52% de las exportaciones de Venezuela a Colombia, frente a la baja de sólo 3% de la compra desde este país de productos colombianos. El intercambio se desaceleró cerca de 12% en ese periodo, dicen números de Cavecol.
Son problemas atribuidos al control cambiario en Venezuela, señaló Montealegre. "El valor oficial del dólar estancado en 2, 15 bolívares (con un mercado paralelo que lo triplica) no permite competencia para el exportador venezolano en el mercado foráneo y, por otra parte, hay liquidaciones de divisas a tasa oficial pendientes por honrar a los exportadores colombianos", explicó.
Venezuela suele exportar a Colombia productos de sus industrias básicas: fundición de hierro y acero, aluminio y sus derivados, químicos orgánicos e industriales y combustibles.
Colombia, por su parte, vende a este país carnes, textiles, pieles y cueros, automóviles y tractores, calderas y aparatos mecánicos, plásticos y gas.
La balanza de pagos entre los dos países ha sido mucho más favorable a Colombia en los últimos años, con Hugo Chávez en la presidencia. Entre 1999 y 2008, el país hermano superó siempre a Venezuela en
Al lado
De acuerdo con el empresario, sustituir las importaciones desde Colombia por las de otros países más lejanos, como sugiere Chávez, sólo sería posible a mediano o largo plazo e implicaría un aumento de los costos que acarrea el traslado de los productos. "Colombia está al lado y el intercambio se hace por transporte terrestre, es más expedito".
Más allá de las reacciones típicas de empresarios y de políticos de oposición, en la capital venezolana no se sienten aún las consecuencias del anuncio del presidente Chávez. Pero en la frontera de Táchira con Colombia, sí hay "mucha expectativa", según informó un corresponsal del diario El Nacional en ese estado, Eleonora Delgado. "En anteriores oportunidades (en crisis de este tipo) siempre se ha presentado algún retraso en las cargas que entran y salen de los dos países, porque se genera temor en la gente".
Delgado dijo que desde ayer en la mañana hay filas gigantescas de automóviles en la carretera que conduce a la frontera, porque la Guardia Nacional venezolana detiene a los vehículos particulares que van a entrar a Colombia desde San Antonio del Táchira, para inspeccionar que no lleven gasolina extra de contrabando.
El vicepresidente Ramón Carrizales Carrizales, de visita en Táchira ayer, afirmó a los medios de comunicación, sin embargo, que "por ahora" no se han dado instrucciones ni de cerrar la frontera ni de impedir el paso de mercancías entre los dos países"
"Hemos sido generosos"
Una semana atrás, el 21 de julio, el mandatario - con la misma puesta en escena, en una reunión con su gabinete, también por televisión, cerca de la medianoche -había hablado de "revisar las relaciones con Colombia", luego de que la administración de Álvaro Uribe aprobara la instalación de bases militares estadounidenses en su país.
"Lamentamos mucho la situación, pero nos vemos obligados a revisar las relaciones con el gobierno de Colombia porque le están abriendo las puertas a quienes nos agreden constantemente, a quienes han derrocado gobiernos y están apoyando el golpe de Honduras: el Departamento de Estado y el Comando Sur", dijo entonces.
Tampoco es la primera vez que la administración Chávez congela las relaciones con Bogotá, que, sobre todo en lo últimos dos años, acumulan un historial de tensión: en noviembre de 2007, Uribe puso fin a la mediación de Chávez con las FARC y en marzo de 2008, las relaciones diplomáticas quedaron suspendidas -en condiciones similares a las planteadas por Chávez hace dos días-, hasta que comenzaron a normalizarse en julio con un encuentro entre los dos mandatarios.
Esta vez, sin embargo, el presidente venezolano insistió en poner la lupa a las relaciones comerciales binacionales y no dejó al encargado de negocios en la embajada venezolana. Además, instruyó al vicepresidente Ramón Carrizales a examinar las inversiones colombianas en este país, sugirió la posibilidad de cerrar el gasoducto a Venezuela y asomó la futura expropiación de empresas de ese país si ocurre "una próxima agresión contra Venezuela".
"Vamos a sustituir las importaciones (desde Colombia). Las podemos conseguir de otros países como Brasil, de Centroamérica, de Ecuador, de Bolivia, de muchos países del mundo. Si es que el gobierno de Colombia cree que dependemos de esas importaciones, están equivocadísimos", espetó Chávez. Pero admitió de seguidas el crecimiento exponencial de la venta de productos del país vecino en Venezuela: "Más bien hemos sido generosos con los empresarios de Colombia. Cuando yo llegué aquí, Venezuela importaba mil millones de dólares desde Colombia si acaso. El año pasado llegamos a casi 7 mil millones de dólares".