La ONG Amnistía Internacional (AI) ha pedido la ayuda de la Unión Europea para impedir que España "legalice" la devolución sin asistencia de los inmigrantes subsaharianos, que este jueves volvieron a intentar saltar las vallas fronterizas entre Melilla y Marruecos.

Este jueves, 220 inmigrantes intentaron en vano entrar en Melilla y uno de ellos, que resultó herido leve, fue atendido por la Cruz Roja local, tras varios asaltos similares en los últimos días.

Frente a una presión migratoria en aumento, el Partido Popular acaba de presentar una enmienda a un proyecto de ley de inmigración en trámite en el Parlamento. El texto "pretende dotar de un régimen jurídico especial a Ceuta y Melilla", explicó el Ministerio del Interior en un comunicado.

Esto, con el fin de "que los extranjeros que sean detectados en la línea fronteriza de la demarcación territorial de Ceuta o de Melilla, intentando el cruce no autorizado de la frontera de forma violenta, flagrante o clandestina, sean rechazados a fin de impedir su entrada ilegal en España", asegura el ministerio.

Las organizaciones humanitarias denuncian estas devoluciones y arremeten contra este texto que llega en plena polémica por un vídeo de una asociación humanitaria denunciando las a veces rudas devoluciones de inmigrantes.

"Encontramos esta enmienda inaceptable", afirmó el miércoles María Serrano, portavoz de la sección española de AI, en la web de la organización. "No se puede legalizar lo que es ilegal en derecho internacional" y contrario al derecho de asilo, criticó, precisando que iba a pedir a la Comisión Europea que considere eventuales sanciones. "Las expulsiones sumarias implican que no haya un procedimiento individualizado en el que se examine si la persona tiene temores de persecución" en su país, afirmó.

Las autoridades españolas consideran que un inmigrante que sea interceptado en la triple valla fronteriza que separa Marruecos de Melilla no ha entrado en el país y puede ser devuelto a Marruecos.

Solamente "si por su propia movilidad traspasa por completo la triple valla y entra en el territorio melillense entonces ya el rechazo no es posible", explicó una portavoz de la Delegación del Gobierno en Melilla. Así, son cada vez más los inmigrantes que intentarán quedarse colgados sobre las barreras esperando poder escapar a la vigilancia de la policía para entrar en España.

El miércoles, más de 200 inmigrantes clandestinos intentaron saltar las vallas, de los cuales varias decenas se quedaron durante varias horas subidos a una de ellas junto a un campo de golf.