Al menos 13 miembros de una misma familia, entre ellos ocho niños, murieron este miércoles en un ataque aéreo del ejército sirio en Rastan (centro), ciudad controlada por los rebeldes y asediada por el régimen, indicó una ONG.

Este número podría aumentar, ya que varias personas siguen desaparecidas y otras están gravemente heridas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que dispone de una gran red de fuentes de información en Siria.

Este ataque se produce un día después que las potencias mundiales celebraran una reunión en Viena para avanzar en las negociaciones de paz en Siria, que finalizó sin ningún resultado claro.

Rastan es uno de los últimos bastiones de los rebeldes en la provincia central de Homs, controlada en gran parte por el régimen del presidente Bashar al Asad.

La ciudad, que se encuentra a unos 150 kilómetros al norte de Damasco, está sometida desde principios de año a un asedio total por parte de las fuerzas gubernamentales.

Hace tres semanas, varios convoyes humanitarios pudieron llegar a Rastan y a sus alrededores y entregar la ayuda a unas 120.000 personas.

Desde 2011, el conflicto en Siria ha dejado más de 270.000 muertos y ha obligado a millones de personas a abandonar sus casas, provocando una grave crisis humanitaria en la región y en Europa.

En lo que va de año, se han celebrado sin éxito tres rondas de negociaciones entre las partes sirias en conflicto. La última, en abril, tuvo que ser suspendida cuando se reanudaron los combates en Alepo (norte).