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Se conocen bien los detalles del de Lockerbie pero no los del avión ruso abatido sobre el desierto de Sinai. Sobre este hay diversas pistas e hipótesis y si no se ha sabido más es porque se enfrentan Rusia, Reino Unido y otros factores inconfesables y poderosos intereses
El 21 de diciembre de 1988 un avión Boeing 747-121 que viajaba en un vuelo regular de la compañía aérea Pan American World Airways explotó en el aire. Los restos cayeron sobre la ciudad escocesa de Lockerbiey quedaron esparcidos en tierra en una extensión de varios kilómetros y comenzaron las especulaciones de los líderes de varios países, Libia, Estados Unidos, Reino Unido, Escocia. Se descartó un misil de artillería disparado desde tierra, se dijo que había sido una avería en el fuselaje, el suicidio de un pasajero. Misterio.
El número total de víctimas ascendió a 270 personas de 21 países, incluyendo a 11 personas de la ciudad de Lockerbie.
El jefe de Inteligencia de Gadafi, uno de los dos sospechosos del atentado de Lockerbie
El fiscal general de Escocia, Frank Mulholland, y la responsable del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Loretta Lynch, se reunieron en Washington para analizar el estado de las investigaciones y presentaron una petición formal a Libia para tratar de avanzar. Confían en la "asistencia de las autoridades judiciales libias" para que la Policía escocesa y el FBI puedan interrogar a los sospechosos. Los interrogatorios se producirían en Trípoli.
El avión volaba desde el aeropuerto de Heathrow en Londres, Inglaterra al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York, Estados Unidos. La explosión ocurrió 38 minutos después del despegue, y fue debida a un explosivo plástico (de relojería) de unos 450 gramos colocado en un radiocassette colocado por orden del Coronel Muamar Gadafi, dentro del equipaje del compartimento de carga anterior, que llevó a la rápida destrucción del avión en el aire por una explosión en la bodega n.º 1, debajo de la cabina y la aeronave cayó en vuelo libre antes de chocar en tierra. La explosión del resto del fuselaje despidió personas en sus asientos al realizar una espiral y luego se estrelló en los alrededores de la ciudad escocesa de Lockerbie.
El líder libio Muamar al Gadafi planeó y ordenó personalmente el atentado terrorista de Lockerbie en 1988. Eso, es lo que afirmó su ex ministro de Justicia, Mustafa Abdel Jalil, que aseguró que Gadafi fue quien dio la autorización para llevar a cabo el atentado contra un avión de Pan Am mientras éste volaba sobre el pueblo de Lockerbie (Escocia); 270 personas -la mayoría norteamericanos- murieron en el ataque terrorista.
"Gadafi fue quien dio la orden a Megrahi", ha afirmado el ex ministro Mustafa Abdel Jalil, refiriéndose a Abdelbaset Al Megrahi, el terrorista libio condenado por el crimen en 2001. Megrahi fue indultado y puesto en libertad por el Gobierno escocés a petición de Gadafi en 2009.
"Tengo pruebas de que Gadafi fue personal, el cerebro gris de la acción, insiste el político, él desempeño el papel de mano invisible en mover los hilos del complicado montajes del atentado, un papel importante en el proceso de a Al Megrahi, logrado en 2009, cuando Escocia indultó al terrorista por razones médicas y humanitarias tras sólo ocho años de prisión después de que sus médicos le diagnosticasen un cáncer de próstata y le diesen tan sólo tres meses de vida. Sin embargo, el libio todavía sigue vivo, más de 18 meses después de su triunfal regreso a Libia.
"Estados Unidos no intervino en el proceso por influencia e las petroleras norteamericanas, pero los medios hicieron todo lo posible para llevar a Megrahi de nuevo a Libia, pues Gadafi temía que el preso llegara a revelar su participación en el asunto".
Algunos políticos norteamericanos, furiosos por la puesta en libertad del terrorista, presionados por las familias de las víctimas y las opinión pública acusaron al Gobierno de Edimburgo de haber cedido a la presión de la gigante petrolera británica British Petroleum, ansiosa de mejorar las relaciones con Trípoli para firmar lucrativos contratos de exportación de petróleo a bajo precio con Gadafi y le apoyaron siempre política y judicialmente. Este puede ser el misterio de la tragedia de Lockerbie.
Y todo eso sugiere que el “accidente” del avión ruso en Sinai, pudo tener detrás una mano invisible y poderosa, capaz de organizarlo.
Egipto y Rusia dudaron semanas en reconocer que avión ruso siniestrado en la península del Sinaí fuera objeto de un atentado, reivindicado con un de un grupo yihadista del Estado Islámico. En ambas catástrofes no hubo supervivientes. Los restos quedaron diseminados en un radio de cinco kilómetros en Lockerbie algo más. Y es improbable que la causa pudo ser un fallo mecánico o una grieta en el fuselaje del avión.
Las autoridades rusas evitaron pronunciarse ante varios países y su pueblo, para comparar una acción terrorista causante de la tragedia, como en Lockerbie. Putin se mostraba escéptico ante la hipótesis de que el aparato hubiera podido ser derribado por terroristas. Aun con las dos cajas negras en su poder Rusia y Egipto tardaron en establecer las causas y fueron Scotland Yard y el FBI los primeros en sugerir que el culpable de la tragedia del Sinai era "una bomba a bordo".
El ministro egipcio de Aviación, Mohamed Hossam Kemal, dijo en una rueda de prensa que las comunicaciones del avión con tierra fueron normales, sin que se registrase nada anormal antes del accidente. “El avión no pidió cambiar la ruta”, añadió para desmentir un dato erróneo que había circulado. O sea el avión se cayó solo.
La reivindicación de que el avión, que volaba del balneario egipcio de Sharm el Sheij a San Petersburgo, había sido abatido por un misil lanzado por terroristas del Estado Islámico “no puede considerarse fiable”, advirtió el ministro de Transporte de Rusia, Maxim Sokolov, quien aseguró que no se puede admitir “semejante fantasía”.
Cuando la ficción sustituye a la realidad
Según consta en los documentos publicados en la web de la Organización para la Aviación Civil Internacional (OACI), en el caso del avión ruso que se estrelló en el Sinaí, volaba a unos 9.000 metros, también por encima del límite de seguridad establecido por Egipto. En todo caso, las autoridades de EE UU, Alemania y Reino Unido han emitido avisos para sus aerolíneas de “riesgos potenciales por armamento antiaéreo” en los que establecen límites más altos hasta 7.600 a 8.000 metros. Es decir se acepta la existencia de un misil a más de 7.500 metros de los que aún nadie fabrica.
En un comunicado divulgado en la red social Twitter y una página web que actúa como portavoz oficioso del Estado Islámico, el grupo yihadista Welayt Sina atribuyó el derribo del avión “en respuesta a los bombardeos rusos que matan a cientos de civiles en Siria”. También en Twitter, el ISIS escribió: “Los que asesináis seréis asesinados”. Pero dejaba en blanco el tipo de arma o explosivo empleados.
La agencia aérea rusa señaló que a falta de pruebas para formular una hipótesis de lo ocurrido, se mantienen abiertas todas las líneas de investigación. En el mismo sentido, Sokolov advirtió que sólo se podrá hablar de las causas del siniestro cuando se tengan los resultados de la investigación realizada por expertos internacionales. Putin no hablaba, ¿es que ya no era el árbitro o estaba ganando tiempo?
La tesis de la bomba a bordo es lo que une a esas dos atrocidades, aunque les diferencia la política
El examen de los restos del aparato y sus pasajeros extendidos en una superficie de más de cinco kilómetros a la redonda, como en Lockerbie, pudo haber establecido de inmediato una hipótesis. Los cadáveres, trasladados a El Cairo para su identificación, presentaban ya a primera vista, cuerpos quemados, heridas causadas por la metralla de una explosión y por los pedazos de metralla incrustados en algunos cuerpos, estaba claro que procedían de "una bomba a bordo" como en Lockerbie y no por la explosión de un misil a 9.000 metros de altitud, cosa imposible.
El primer ministro británico, David Cameron, ha seguido insistiendo las sospechas de Scotland Yard sobre la posibilidad de que el avión ruso que se estrelló en el Sinaí lo hiciera a causa de una bomba. "No estamos seguros de que la aeronave rusa cayera por un artefacto terrorista, pero cada vez parece más probable que ese fuera el caso", ha señalado Cameron, poco antes de recibir precisamente al presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, de viaje oficial en Reino Unido. La visita, programada con anterioridad, es la primera desde que su predecesor, Mohamed Morsi, fue depuesto en 2013.
Cameron ha informado además de que las autoridades británicas están trabajando con las egipcias para reforzar la seguridad y facilitar la vuelta a casa de los ciudadanos ingleses que se encuentran en la ciudad de Sharm el Sheij, desde donde partió el aparato siniestrado en el Sinaí. Lo mismo opina el ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, según la información de inteligencia que maneja el Gobierno indica que es cada vez más probable que “una bomba terrorista” fuera la causa del siniestro. Barack Obama, ha dicho que aun no se han determinado las causas del accidente, pero que es “ciertamente posible” que hubiera una bomba a bordo del avión, y que Estados Unidos se está tomando “muy en serio” esa posibilidad.
Pero la reunión del comité interministerial de emergencia Cobra, de que llevará aún “algún tiempo” empezar a repatriar a los británicos desde Sharm. La mayoría de los turistas en este enclave del mar Rojo son de origen ruso o británico, y se calcula que hay ahora cerca de 20.000 ciudadanos de esta última nacionalidad.
El avión ruso siniestrado en Egipto se rompió en el aire, según Moscú
Las autoridades egipcias y rusas han criticado la medida adoptada por el Gobierno británico, al haber tomado medidas contra Egipto, antes de conocerse las conclusiones de la investigación oficial sobre las causas de la explosión. El ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, dijo que la decisión es “prematura” y una portavoz del Kremlin ha dicho que le medida es fruto de la “especulación” y que “las razones de lo ocurrido solo podrán ser reveladas por la investigación”.
Ambos Gobiernos, egipcio y ruso, no contemplan el ataque terrorista como principal hipótesis, a pesar de que el grupo yihadista Welayt Sina (de la región del Sinaí), filial del ISIS, ha reivindicado por segunda vez la autoría. Cameron asegura que ha hablado con el presidente ruso, Vladímir Putin, para explicarle por qué Reino Unido ha tomado la decisión de suspender los vuelos.
El Airbus ruso volaba a una altitud de más de 9.000 metros cuando perdió el contacto con tierra, 23 minutos después de despegar de Sharm. Lo dispersos que se encontraron los cuerpos y los escombros puede indicar, según los expertos, que la aeronave se desintegró en el aire, por una fallo técnico o una bomba a bordo. De confirmarse la hipótesis manejada por Reino Unido, se trataría de la primera vez que el estado Islámico coloca una bomba en un avión de pasajeros.
Las duras sanciones a Egipto y su pueblo por parte de varios países, incluido Rusia, lo que revelan es que se ha encontrado un chivo expiatorio útil que oculta los fallos de Putin. Además intervinieron expertos franceses y alemanes y un equipo de expertos de Airbus, en la investigación participaban una comisión rusa designada por el presidente Vladímir Putin. Sokolov dijo también que Rusia no tenía información relativa a la prohibición de vuelos sobre esa zona y que el avión se desplazaba por el corredor aéreo establecido por el presidente egipcio y sus asesores. ¿Por que no consultaron la historia reciente y ojearon las páginas de Lockerbie y sus realidades en vez de agarrarse a la elucubración que emana de la ficción?.
La hipótesis que se baraja sobre el siniestro del avión ruso en el Sinaí habla de la posible explosión de una bomba en la bodega de equipaje, tal como ocurrió en 1988 con el Boeing 747 de Pan American sobre la localidad escocesa de Lockerbie, recoge este lunes Kommersant.Pero excluye la posibilidad de que Putin tenga algo de razón
La investigación del accidente de Lockerbie se prolongó durante tres años; solo tras recomponer todos los restos del aparato que se pudieron hallar, los especialistas detectaron en el fuselaje un agujero con los bordes curvados hacia el exterior, relató a Kommersant un experto ruso que participó en esas pesquisas
La «tragedia aérea de Lockerbie» en el Reino Unido, se convirtió en el objeto de la mayor investigación criminal británica, dirigida por el cuerpo de policía más pequeño, la policía local de Dumfries y Galloway
El avión de Lockerbie pudo desintegrarse en el aire, afirma un experto de EEUU. El boquete tenía el tamaño de una sandía, y se debió a la explosión de una pequeña bomba escondida en la maleta de un pasajero que no había subido a bordo y posteriormente fue identificado como un terrorista libio y condenado a cadena perpetua, recuerda el diario.
La CIA y el FBI, tomaron declaración a más de 15 000 testigos, y la conclusión final apuntó al Coronel Gadafi, porque las pruebas coincidían. Este descargó la culpa sobre los ejecutores materiales-sus hombres. Y es increíble que no hubiera ningún tribunal de justicia, nacional o internacional que le obligara a comparecer ante un tribunal. No fue tan siquiera detenido.
Las acusaciones de asesinato fueron interpuestas el 13 de noviembre de 1991 contra Abdelbaset al-Megrahi, un agente de la inteligencia libio y jefe de seguridad de las Aerolíneas Árabes Libias (LAA), y Al Amin Khalifa Fhimah, director del aeropuerto de Luqa, Malta.
Libia se negó a entregar a los sospechosos, por lo que la ONU estableció sanciones contra el país a partir de 1992. Las sanciones de las Naciones Unidas contra Libia y unas prolongadas negociaciones con el líder libio Muamar el Gadafi dieron lugar a la entrega de los acusados el 5 de abril de 1999 a la policía escocesa en los Países Bajos, escogido como territorio neutral. El 31 de enero de 2001, Al-Megrahi fue condenado por asesinato por un tribunal formado por tres jueces escoceses y sentenciado a 27 años de prisión. Fhimah fue absuelto. El recurso de Libia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos fue declarado inadmisible en julio de 2003.
En octubre de 2002, el gobierno de Libia ofreció una compensación de unos 10 millones de dólares por cada víctima, y el 15 de agosto de 2003, el Coronel Gadafi aceptó por primera vez formalmente la responsabilidad por el atentado. El 12 de septiembre de 2003, las Naciones Unidas levantaron las sanciones contra Libia que habían durado 15 años. Pero Gadafi quedó tocado de un ala sobre todo en los medios internacionales sobre todo ingleses y norteamericanos y en su caída, tras el atentado y linchamiento, tuvo mucho que ver a su bestial autoría de la tragedia de Lockerbie por encargo de Muamad Cadafi.
Habría que llamar a Sherlock Holmes, lástima que esté muerto.