Informaciones obtenidas por ANNCOL indican la inconformidad de los presos recluidos en las capitales de departamentos, por la nueva medida restrictiva del Banco Popular y aceptada apresuradamente por el director del INPEC, general Gustavo Ricaurte.

"Solo cinco personas del visitor -de visitas- son las autorizadas para consignar dineros en las cuentas del TD de los internos".

Justifican este empadronamiento financiero al mejor estilo del octenio de Uribe, "para controlar la procedencia de los dineros y la corrupción interna". Los corruptos no son los presos no son los oprimidos, son otros, los que manejan las instituciones del Estado.

"No tenemos salud hace meses, pésima alimentación, malos tratos por parte de la guardia y ahora nos quieren imponer otra norma arbitraria" nos dice un interno consultado por ANNCOL.

Es más, la Super Intendencia Financiera, controla y vigila transacciones superiores a 10 millones. "A mi me consignan en mi cuenta para poder comprar un pollo, enlatados y otros insumos para mejorar la precaria comida, ahora nos piensan matar de hambre" afirmó otro recluso.

Tomado de ANNCOL VER AQUÍ VIDEO

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