Durante la Semana Santa el tráfico ilegal de fauna silvestre se incrementa considerablemente, pues el flujo de personas en diferentes vías del país motiva a los traficantes a ofrecer especies de animales, sobre todo las exóticas. Esta práctica va deteriorando los ecosistemas.

A pesar de que algunos de los viajeros en esta época son quienes más incentivan este tipo de trafico con la compra de distintas especies, otros son conscientes de que esta situación debe cambiar.

El daño a la palma de cera, que está en vía de extinción, también preocupa a las autoridades por estas fechas, pues estas palmas son utilizadas para días como el domingo de ramos y domingo de resurrección.

Gracias a las campañas de sensibilización que tradicionalmente se realizan en Semana Santa, el imaginario de la gente ha cambiado y prefieren utilizar otros elementos para las procesiones.

El llamado de las autoridades para esta época de Semana Santa, es a que las personas sean cada vez más conscientes de disfrutar sin atentar contra la estabilidad del medio ambiente, pues cada una de las especies protegidas juegan un vital papel en los ecosistemas.