Poco a poco, pero en forma irreversible, la solución a todos los problemas que se llegaren a presentar en Colombia va a ser “bala”. Es increíble que el gobierno haya autorizado matar a los hipopótamos que se escaparon de la finca en donde estaban y que fuera de propiedad del narcotraficante Pablo Escobar, en el Magdalena Medio Antioqueño. A todo el mundo se le cerraron las entendederas y no hubo, para los funcionarios, otra solución que exterminar al animal. A nadie se le ocurrió que existen dardos especiales para dormir a las bestias salvajes, conforme se ve en las películas que son filmadas en el África. Y luego de dormidos, con grúas levantarlos a un camión y rumbo a su sitio de origen. Hasta el ex ministro del medio ambiente y “protección” de la naturaleza protestó públicamente y destacó que esa no era la solución, que existían muchas otras más adecuadas y menos patibularias. Aquí por matar alevosamente, también cobraron propina, igual que en otras matanzas que han ocurrido en el país, pero de humanos.

Al hipopótamo lo asesinaron y no se sabe la suerte de los otros dos, de los tres que se escaparon. Lo liquidaron con la misma clase de balas con que liquidaron a centenares de personas en los “falsos Positivos”. Daba furia escuchar al “poco sesudo” Ministro del Medio Ambiente dando justificaciones para el uso de las balas, entre ellas que el animal había “podido haber causado daños” en los sembradíos y en las personas y que podrían estar enfermos y trasmitir esas enfermedades. Que en el África, en donde son por millares los hipopótamos muchas gentes muerte por ataque de las animales. Si de comparaciones se trata, fueron más salvajes los cazadores, gentes de las corporaciones de defensa de la naturaleza y los funcionarios del gobierno que los hipopótamos. En la fotografía que mostró la televisión se veían orondos, orgullosos los bárbaros humanos que cometiendo el desafuero con en aval del gobierno.

Defensores de la naturaleza protestan por el asesinato de hipopotamos en la regiòn del Magdalena Medio con el aval del gobierno nacional

Definitivamente en el país no puede seguir haciendo carrera la práctica de que las soluciones deben imponerse a balazos cuando existen otras formas no criminales ni vergonzosas. ¿Qué va a pasar con los autores intelectuales, con quienes dieron el visto bueno y los autores materiales del asesinato del hipopótamo? ¿La ley que les han aplicado a muchos otros colombianos por parte de la Fiscalía y los Jueces, por matar un perro o un caballo a balazos, será la misma?