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Los países en desarrollo deben prepararse para más riesgos de regresión económica, ya que la crisis de la deuda de la zona del euro y el frágil crecimiento de diversas economías emergentes están oscureciendo el panorama a nivel general, advirtió el Banco Mundial en su informe "Perspectivas económicas mundiales", divulgado este miércoles.
La institución ha corregido a la baja su previsión de crecimiento para 2012, a 5, 4% para los países en desarrollo y a 1, 4% para los países de ingreso alto (-0, 3% para la zona del euro). En junio de 2011, el Banco pronosticó un crecimiento de 6, 2% y 2, 7%, (1, 8% para la zona del euro), respectivamente. En este momento se espera que la economía mundial crezca en 2, 5% y 3, 1% en 2012 y 2013, respectivamente.
Un crecimiento más lento ya se manifiesta en el debilitamiento del comercio internacional y en los precios de los productos básicos. Se calcula que las exportaciones mundiales de bienes y servicios crecieron solo 6, 6% en 2011 (a diferencia del 12, 4% conseguido en 2010) y se prevé un aumento de solo 4, 7% en 2012. Mientras tanto, los precios mundiales de la energía, metales y minerales, y de los productos agrícolas han disminuido 10, 25%, y 19%, respectivamente, desde los récords registrados a comienzos de 2011. La baja en los precios de los productos básicos ha contribuido a mitigar la inflación en la mayoría de los países en desarrollo. Aunque los precios internacionales de los alimentos descendieron en los últimos meses, bajando en 14% desde el nivel máximo registrado en febrero de 2011, la seguridad alimentaria de los más pobres, incluidos quienes viven en el Cuerno de África, sigue siendo un problema alarmante.
"Los países en desarrollo deben evaluar sus vulnerabilidades y prepararse para más crisis, mientras todavía hay tiempo", advirtió Justin Yifu Lin, primer economista y primer vicepresidente de Economía del Desarrollo del Banco Mundial.
Los países en desarrollo tienen ahora menos espacio fiscal y monetario para aplicar medidas correctivas como lo hicieron en 2008 y 2009. Por esta razón, si el flujo financiero internacional se agota y se deteriora súbitamente el comercio mundial, su capacidad para reaccionar podría estar limitada.
Para prepararse para ese escenario, Hans Timmer, director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial, sostuvo que: "Los países en desarrollo deberían encontrar financiamiento anticipado para sus déficits presupuestarios, dar prioridad al gasto en redes de protección social e infraestructura y someter a pruebas de esfuerzo a sus instituciones bancarias nacionales".
A pesar de que las perspectivas económicas de los países de ingreso bajo y mediano son todavía favorables, la onda expansiva de la crisis en las economías de ingreso alto se está haciendo sentir en todo el mundo. A la fecha, el riesgo soberano de los países en desarrollo ha aumentado en 45 puntos básicos en promedio y los flujos bruto de capital hacia estos países cayó a US$170.000 millones en el segundo semestre de 2011, mucho menor a los US$309.000 millones que recibieron en el mismo período de 2010.
"La escalada de la crisis no dejará a nadie indemne. Las tasas de crecimiento de los países desarrollados y en desarrollo podrían caer tanto o más que en 2008 y 2009", agregó Andrew Burns, jefe del Equipo de Tendencias Macroeconómicas Mundiales y autor principal del informe. "No podemos dejar de enfatizar en la importancia de tener planes de contingencia".
Así mismo, el informe revela que América Latina y el Caribe crecieron en torno al 4, 2% en 2011 y se espera que el crecimiento disminuya a 3, 6% en 2012, antes de volver a repuntar y alcanzar 4, 2% en 2013. El debilitamiento de la economía mundial, la incertidumbre de la crisis de la deuda de los países de la zona del euro, la ralentización de la economía china y la aplicación de políticas que han frenado la demanda local son algunos de los factores que están pesando en las perspectivas de crecimiento.
Se prevé que Brasil, cuyo crecimiento se detuvo en el tercer trimestre, crezca en torno al 3, 4% en 2012, ligeramente superior a la cifra de 2011, pero muy inferior al 7, 5% de 2010. Varios países de la región podrían verse duramente afectados por esta crisis, especialmente si los precios internacionales de los productos básicos caen repentinamente.