Al parecer el espíritu socialista se ha apoderado en los últimos días de las cabezas principales de las naciones del sur de América.

La presencia de los Iunaites en Chibchombia ha desatado la esquizofenia general en todo el continente, a raíz de las pataletas de algunos presidenticos, que al parecer están logrando lo que quieren y es, convocar al pánico general sobre un hecho que, no pasa de ser un rumor y es la posible invasión de la USA en Chamozuela.

Ante ésta situación, jamás me mostraré imparcial. Aunque le lleve la contraria a Uribito en cuanto a la situación social del país, lo apoyo en la emboscada que planean entre Chavez y sus dos sapos de Ecuador y Bolivia. No digo títeres, porque es una palabra más digna que dichos señores, cuyo nombre no merece ser mencionado en éste blog.

La presidencia del los 'che' y 'do pais ma grande do mundo' se han mostrado levemente de acuerdo con lo que dice Chavez y su sapo mayor. Todos en contra de la presencia 'peligrosa' de la USA en Chibchombia. Comportamiento que jamás se dió mientras los gringos estaban en Ecuador, en Manta. Por eso, al sapo más grande de Chavez no lo menciono.

Tampoco se ha armado tanto alboroto cuando Chavez ha permitido la presencia de los 'rojos' y los 'balseros' en su territorio. Sí como él dice: 'El gobierno de Chibchombia es un lacayo del imperio', ¿no estaríamos entonces nosotros en peligro con los rojos y balseros tan cerca, sabiendo que ellos son enemigos declarados de la USA? ¿Hemos armado alguna vez los chibchombianos tanto alboroto?. Claro que no, por que actuamos con la razón que tanto le falta a los socialistas, que levantan sus también imperios y dictaduras, fundamentadas en mentiras al pueblo.

Si el socialismo fuera lo mejor, los balseros no preferirían ahogarse en el oceano a permanecer en su país. Me pregunto ¿qué harán los chamozolanos y en un tiempo los gobernados por el sapo, cuando la comida que le reparten supuestamente para un mes no les alcance sino para una semana?. Bueno, la verdad es que no les deseo eso. Pero más allá de lo injusto que es el gobierno de Chibchombia también, aquí gozamos de tener una democracia, donde podemos opinar, así de la manera en que yo lo hago. Uribito no quitará internet de la casa de quienes lo critican a diario y tampoco cerrará los medios de comunicación que difunden las noticas donde su reputación peligra.

Ahora además de los de siempre, unidos con el otro sapo de Centroamérica (Ortega, para ser claros), se han metido en la misma balsa, pero de manera un poco más decente, los gobiernos de (digámoslo con nombres propios) Argentina y Brasil. La balsa separatista que Chavez y el otro señor quieren armar. Doña Cristina, según la ví en el último congreso de Unasur, como que no quiere tocar el tema, pero se contagia de los dos patos anteriormente mencionados. Sin duda, está a favor de ellos y ahora más que nunca, cuando Chamozuela ha cerrado el camino a los exportadores chibchombianos y reemplazado cada uno de los productos, comprando en la tierra de dios Diego. Por otro lado el presidente de la tierra de Pelé, si prefiere mejor hablar con el dueño del circo, con el negro Obama haber que es lo que de verdad quiere.

Uribito se sostiene, en que es lo que las naciones tienen pensado desde hace algún tiempo para seguir combatiendo el narcotráfico y la 'guerra interna'. Con todo el dinero que se ha invertido en el Plan Chibchombia, la guerra ya habría acabado si el dinero se dirigiera a fines sociales que terminarían con los argumentos de existencia de una fuerza insurgente en nuestro país. Pero bueno, no ha sido así y con el pasar del tiempo, los insurgentes se han convertido en terroristas, creando caos en el campo y la ciudad. Es a eso lo que se quiere combatir, con la presencia de la USA en base militares chibchombianas.

Esperemos en qué acaba todo esto. Ojala y no sea lo que piensan Chavez y su parranda de sapos.