La artista y escritora brasileña Nana Índigo encontró en el arte una forma de seguir cuidando a más de 250 animales durante la crisis. El santuario que ella fundó y está ubicado en Cotia (San Pablo – Brasil) garantiza la supervivencia de los animales que

fueron abandonados o sufrieron abusos en las calles.

Con la venta de sus obras de arte, pudo construir una clínica ambulatoria y comprar alimento para los animales que viven en el Santuario Animal Sente, que a través de una tienda en línea en el sitio web, vende los productos de la artista para recaudar

fondos y mantener los servicios en funcionamiento.

“Realmente necesitaba un espacio para que los veterinarios cuidaran a los animales. Cada vez trabajo más solo, no tengo a quien ayudar. Entonces, a través del arte, puedo mantener todo funcionando. Poco después, con la creación del sitio web del santuario, montamos una tienda para vender mi arte y apoyar el proyecto que no tiene un objetivo comercial, solo proteger y salvar a los animales”, dijo Nana Índigo.

Según ella, la idea es recaudar fondos para poder construir un mini-hospital para los animales. “Son dos toneladas de comida, servicios veterinarios y otros gastos mensuales. Apoyo todo esto con mis obras de arte. En lugar de que las personas hagan donaciones, adquieren arte como acuarelas, y así se benefician de colaborar con la causa animal”, dijo.

Tienda física

Ahora el santuario contará con una tienda física en el lugar para la venta de las obras de la artista, así como otros artículos que ella y su hijo Diego Naropa, quien también es artista y tatuador, producen.

Pero lo más interesante es que incluso en medio de los altibajos, una gran casa de la propiedad fue sometida a una sencilla reforma y próximamente el Santuario tendrá un albergue para recibir y acoger a quienes quieran ponerse en contacto con

el concepto de veganismo y amor por los animales.

Todo sigue tomando forma y Nana Índigo pretende dar a conocer las pautas de estos alojamientos, que obviamente tendrán que alinearse con una dinámica y un concepto muy respetuoso con la naturaleza, pero una cosa es segura, los animales ganan mucho con esto, pues todos los ingresos de los hospedajes les garantizarán alimentos, medicinas y estructura y autonomía para el Santuario.

Imagen: Ivan Di Simoni