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El bruxismo se define como una actividad anormal y parafuncional (sin fin concreto) de los músculos de la masticación que se realiza de forma inconsciente.
Las personas con bruxismo (que pueden ser tanto niños como adultos) mantienen los dientes en contacto durante un periodo largo de tiempo y con una fuerza que, en ocasiones, llega a alcanzar el 60% de la máxima que se puede ejercer en la masticación normal lo que ocasiona problemas en los dientes, articulaciones y músculos de la boca.
Se manifesta de dos formas o puede, incluso, aparecer ambas conjuntamente:
Bruxismo céntrico: Es cuando se aprietan los dientes. Bruxismo excéntrico: La dentadura superior e inferior se frotan y producen el rechinamiento (usualmente ocurre durante el sueño) Son diversos los factores asociados con la aparición de bruxismo siendo los más importantes el estrés, la ansiedad y la posición durante el sueño.
Debido a que el bruxismo, muchas veces, ocurre cuando se está dormido, existen personas que no se dan cuenta que lo padecen hasta que observan:
En los dientes:
Abracciones Desgastes dentarios a nivel de los cuellos de los dientes en forma de hachazos. Desgastes oclusales La superficie oclusal (la que usamos para masticar y triturar los alimentos) se aplana o incluso aparecen depresiones y hundimientos. Fracturas dentarias En las encías:
Éstas se debilitan y, al cabo del tiempo, se presentan inflamación e incluso movilidad en los dientes. Igualmente surgen síntomas como los siguientes:
Dolores de cabeza, ya que la musculatura, tanto masticatoria como del resto de la cabeza están relacionadas, y, por ello, es fácil que se produzcan dolores en las sienes. Dolores de cuello y espalda Dolor o fatiga en la articulación de la mandíbula No sólo al comer y abrir y cerrar la boca, sino también en reposo.
Remedios populares
Remedio para el bruxismo #1: Masticar una manzana, coliflor o zanahorias crudas antes de ir a dormir. Esto puede ayudar a calmar la mandíbula sobreactiva lo cual es particularmente útil para los niños.
Remedio para el bruxismo #2: Aplicar calor a las mandíbulas. Doblar una toallita facial, mojarla en agua caliente, retorcerla y aplicar en ambos lados de la cara. El calor relajará los músculos tensores de la mandíbula.
Recomendaciones
Colocar un protector bucal o férula para eliminar el hábito reflejo producido en el cerebro. Éste es un aparato de resina rígida o acrílica dura termopolimerizable, de quita y pon, diseñado de tal manera que, mientras se lleva puesta, evita que los dientes entren en contacto entre sí, disminuyendo los desgastes o el rechinamiento.
Se aconseja no empezar a usarla por la noche porque puede interferir en el sueño; es mejor iniciar su uso varias horas durante el día, mientras se esté realizando alguna otra actividad.
Igualmente, recomendable es acudir al odontólogo para que confeccione la férula a medida de la boca de la persona que sufre de bruxismo. Se debe seguir pautas de revisiones periódicas para que nuevamente se ajuste porque la férula, con el tiempo, se va desgastando.
Practicar técnica de relajación para descargar la tensión de otra forma. Para ello, se puede imaginar que una pelota está en la palma de la mano, apretarla muy despacio, luego un poco más fuerte y por último relajar la mano. Se debe repetir el ejercicio.
Con el fin de relajar todo el cuerpo se puede acostar en el suelo, y con los brazos y piernas relajados y separados. Inspirar profundamente por la nariz reteniendo el aire durante un tiempo, expulsar lentamente por la boca. Hacerlo tres veces. Luego, se realiza una respiración abdominal (por la boca) expulsando el aire lentamente por la nariz mientras se relaja el cuerpo.
Repetir tres veces. Terminar con varias inspiraciones profundas extendiendo y flexionando las extremidades. Intentar realizar estos ejercicios dos o tres veces al día, o por lo menos llevar un control para hacerlos con cierta periodicidad y con una duración determinada.
Otra práctica consiste en empezar a imaginar un lugar donde le gustaría estar, pensar que se está allí, que se escucha los sonidos que suelen envolver ese ambiente e incluso intentar percibir el olor. Tomar el tiempo para imaginar la escena y relajar los sentidos. Esta práctica puede realizarse durante cinco minutos. Poner la mente en blanco y repítelo. Este ejercicio ayudará a estar más relajado y con la mente en otro sitio, y no en tu boca.
Otros consejos para disminuir el estrés que puede causar el bruxismo son:
Reducir cafeína y carbohidratos refinados como dulces, pastas y pastelería, lo cual ayudará a mejorar su nutrición general. Consumir alimentos ricos en calcio, ya que este mineral resulta eficaz en el tratamiento de los movimientos musculares involuntarios. Darse baños calientes. Tomar las cosas con calma.