Cuando se trata de Colombia y sobre todo a favor del Ejército Nacional, siempre salen voces destempladas a minimizar los delitos de quienes atentan contra ese estado o Institución y me refiero al señor Davis Adams Sub secretario de Estado para Asuntos Legislativos en la ¨cancillería¨ estadounidense, quien dice: “ El supuesto fraude cometido por algunas de las víctimas en la masacre de Mapiripán no debería ser usado para desacreditar al sistema interamericano de Derechos Humanos o a los defensores de las víctimas”. Nadie desacredita a nadie, es uno mismo quien se desacredita con su actuar.

Permítame decirle señor ADAMS que no es solo Mapiripan, que ese es apenas la punta de este volcán que quiere empezar a expulsar las verdades y quiero recordarle que ahora viene el caso de Santo domingo, que el caso del palacio de justicia hasta el momento ha sido el más grande adefesio de la justicia colombiana auspiciada y apoyada por organizaciones que su país alimenta con dineros estatales y particulares.

Señor ADAMS hay más de 800 casos (de los 1471 existentes a hoy) donde están involucrados militares que están siendo objeto de demanda por la abierta violación al debido proceso, por presentar falsos testigos, por argumentar con falsas pruebas y por recibir el apoyo de fiscales y jueces sesgados ideológicamente.

Señor ADAMS, ¿no se ha cansado usted de recibir mensajes del comunismo disfrazado de defensores de derechos humanos? y los únicos funcionarios del Gobierno que se han pronunciado con respecto a Mapiripan son nada menos que la Canciller y el Ministro de Justicia y lo hicieron ante la misma corte internacional, por lo que no trate de desviar la atención o de seguir buscando culpables donde no los hay, ó, ¿ acaso estos dos funcionarios no son representativos para usted?.

La CIDH ante la contundencia de los hechos preliminares presentados no tuvo más remedio que proceder a tomar una decisión jamás vista antes y no contemplada en su articulado, pero y porque Brasil desconoció ya a la Corte en un asunto donde es evidente las fallas de la corte, esa infalible según usted?.

Colombia no tiene la capacidad de taparle la boca con plata a esas organizaciones y mucho menos tiene el poder político a nivel mundial para minimizar las denuncias, pero tiene el valor de aceptar sus errores como nación, de enmendarlos por mandato constitucional y la suficiente frente en alto para reclamar cuando son los enemigos de esta nación, la que cometen esta clase de desafueros y desmanes invocando victimas y pruebas falsas, testigos amedrentados y amañados pero con visa a su país, que lo resguarda y protege para allí gozar de beneficios como ángel siendo un demonio.

.....“ no nos crean tan pendejos”........

No señor ADAMS, con el respeto que usted y su nación merecen le puedo decir lo que dijo el señor Presidente de esta república banana cuando le contesto a una señora: “ no nos crean tan pendejos”.

Se queja de la reforma a la justicia que se tramita en el congreso de Colombia usando imprecisiones y desconociendo muchos aspectos para lo cual le recuerdo que fueron las cortes quienes se retiraron de las discusiones porque en Colombia no hay tres poderes debidamente separados, es la dictadura de la justicia la que abolió al congreso y deja en un solo pie al ejecutivo; una justicia politizada que no cumple con sus funciones por estar dedicada a elegir representantes en instituciones que luego deberá juzgar; una justicia corrompida por el narcotráfico que le falla a su favor; una justicia que legisla de acuerdo al sesgo ideológico de sus magistrados; una justicia preocupada de tutelarse a sí misma para violar la ley y colocarse sueldos que no se permiten y a la edad que quieren; pero esos señores de la justicia no han tenido la sabiduría necesaria para pararse en el congreso y hablar con la elocuencia que lo hacen normalmente y no lo hacen porque cuando llegue para revisión constitucional, ésta simplemente será declarada inconstitucional y como vienen haciendo hace seis años: “ amenazar con acudir a la justicia internacional para hacer respetar sus fallos y sentencias”, argucia barata cuando les demuestran sus pecados.

Lo invito a que no se preocupe tanto por la justicia colombiana porque entre corruptos no se pisan la manguera y cuando se la pisan encuentran en los bacanales el momento propicio para devolverse favores, echarse la mano por el hombro y embriagarse hasta tal punto que sufren a continuación de amnesia mental máxime, cuando les cuentan quien les pago la fiesta, los tiquetes y el regalito que le dejo en el bolsillo.

Señor ADAMS lo invito a que si es tanta la preocupación por los derechos humanos en Colombia y en especial a que la Justicia Penal Militar obre en derecho le aporte con sabiduría de sus eminentes jueces, abogados, organizaciones defensoras de DD.HH ideas para que se fortalezca, para que crezca, para capacitar y formar jurados.

Es dirigir sus esfuerzos a fortalecer una Justicia a la que todos quieren hacer leña, a la que todos quieren destruir hasta los mismos Generales en su momento y no a mostrarle al mundo que aquí, los criminales son el estado y sus instituciones y, los que ustedes bautizaron como terroristas sean las pobres víctimas de un demencial estado dispuesto a lograr la paz pasando por encima de esos ángeles que secuestran, extorsionan, asesinan, boletean, chantajean, desplazan, derriban torres, atacan emblemas protegidos, envenenan acueductos, destruyen escuelas y hospitales; a degollar a policías y soldados estando vencidos; a fusilar a secuestrados amarrados; pero como ellos tienen derecho a la revolución que usted aplasto en su momento y en las que participo saliendo con el rabo entre las piernas porque fueron vencidos y derrotados, cosa que no pasa con el mejor Ejército del mundo como es el Colombiano a pesar de sus fallas, errores y delitos.

Señor ADAMS, no siga con el oído derecho tapado, porque de tanto escuchar por el izquierdo se va a quedar sin ninguno de los dos.