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La policía china confiscó 1, 8 toneladas de material para fabricar bombas y detuvo a otras cinco personas en la región autónoma de Xinjiang, donde la semana pasada un atentado dejó al menos 39 muertos, anunciaron este martes fuentes oficiales.
En Hotan, en el suroeste de la región, la policía "destruyó dos guaridas para fabricar explosivos y confiscó 1, 8 millones de material que una banda quería usar para fabricar explosivos, así como grandes cantidades de artefactos explosivos casi terminados", según la página oficial del gobierno chino en la región.
Las autoridades chinas atribuyen la violencia de los últimos meses en Xinjiang a los separatistas de la minoría musulmana uigur.
La semana pasada, 39 personas murieron y otras 90 resultaron heridas en un ataque con explosivos en un mercado de Urumqi, la capital de la región, en un atentado condenado por Pekín y Washington.
Según las autoridades, el grupo de Hotan estaba preparando el material para llevar a cabo un nuevo atentado "en un lugar concurrido".
El 30 de abril, en el ultimo día de la visita del presidente chino, Xi Jinping, a Xinjiang, un grupo de hombres con cuchillos y explosivos mataron a una persona e hirieron a otras 79 en un ataque en la estación central de Urumqi.
En marzo, unos hombres armados con cuchillos mataron a otras 29 personas e hirieron a 143 en la estación de trenes de Kunming, una ciudad del sur de la región.
Las autoridades chinas han prometido tomar medidas para detener la violencia y han desplegado más policía armada en las principales ciudades de Xinjiang, aunque al mismo tiempo afirman querer mejorar la integración de los uigures.
En 2009, los enfrentamientos en Urumqi entre uigures y han, la etnia mayoritaria en China, dejaron más de 200 muertos.