Luego de su fallida intervención, Leisz optó por llevar su caso a los juzgados. Ahí el Dr. Parker aseguró que la mujer tenía pleno conocimiento de los efectos secundarios que una operación como esa podría tener, como la imposibilidad de cerrar los párpados y la sequedad ocular.
Luego de su intervención, Leisz notó que no podía cerrar los ojos completamente, incluso para dormir, por lo que decidió demandar a Parker por negligencia médica.
Durante el juicio Parker señaló que la mujer, quien ya se había practicado aproximadamente diez intervenciones, siempre estuvo al tanto de los riesgos que las cirugías cosméticas pueden provocar.
La resolución quedó en manos del jurado quienes decidieron favorecer a Leisz con una compensación de $115 mil dólares por las lesiones producidas, publica CBS New York..
Fuente: Cronica