Hay equipos deportivos que simplemente enamoran. Son equipos que podemos o no seguir pero que se convierten irresistibles apenas los vemos en las canchas. Hablamos del Dream Team de los 90’s, de la Brasil de Pelé, de la Argentina de Maradona, del Pep Team, de los Yankees de los 90’s, de los Galácticos: son muchos y cada uno ha merecido su lugar en la historia. A ese lugar viene a acogerse un equipo que en los últimos años ha sorprendido en el mundo del básquet: se trata de los Golden State Warriors. Aquí te contamos más sobre las claves para el campeonato que se llevaron este año.

Golden State Warriors: un equipo sólido

Con un apabullante resultado de 4 sobre 1 fue que los Golden State aplastaron el sueño del equipo de Lebron. Pero este resultado no se explica solo aunque en la NBA estemos acostumbrados a vivir noches de magia. Lo saben los que han visto florecer a un equipo de una ciudad que no era tan protagonista en los últimos años.

La primera explicación para estas tres finales disputadas en tres años, junto con dos títulos conseguidos, está en la solidez de un equipo que se conoce prácticamente desde su incursión en la NBA. Hablamos, claro, de su base: Curry, Thompson y Green se conocieron desde el draft y, pese a las incorporaciones y bajones, siempre han mantenido la cohesión.

Kevin Durant

Kevin Durant ha sido un triunfador desde que lo vimos incursionar en Oklahoma City Thunders. Pero sus esfuerzos no llegaban a mucho estando en Oklahoma: no logró conseguir un título, pese a disputarle una final al súper equipo de Lebron en los Miami Heat, y por eso decidió cambiar de camiseta.

El resultado fue tan inmediato como conseguir cruceros ofertas: Durant consiguió su tan anhelado título en el mismo primer año en que cambió de ciudad y equipo. Y fue determinante: por algo se llevó el MVP de la final.

Técnica y estudio

Otra de las claves para los logros de Golden State Warriors fue su increíble capacidad para juntar un equipo técnico lo suficientemente capaz como para sorprendernos a todos con un basquetbol de alto vuelo.

Desde luego, todos sufrimos cuando Steve Kerr tuvo que ausentarse en las finales por motivos médicos. Pero el cuerpo técnico respondió con suficiencia ante la escuadra de Cleveland que parecía apoderarse de todo al final de la liga. Vencieron los mejores y no hay claves que puedan encerrar la magia de un equipo de fábula.