¿CÓMO BURLAR LICITACIONES?

Por: ANGEL ALIRIO MORENO MATEUS

En una columna anterior hice severas críticas a los pliegos definitivos de una licitación que convocaba la CDMB –Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga-. En esa oportunidad cuestioné que uno de los requisitos para que fuera adjudicado el contrato era que: el proponente –demostrara- experiencia, “en la ejecución y recibo a satisfacción hasta la fecha de presentación de la propuesta, mediante la acreditación de máximo dos (02) contratos y que cuyo objeto o alcance, esté relacionado con el objeto del presente proceso de contratación y que sus objetos contractuales contengan: obras de mitigación y/o control de inundaciones por un valor del 100% del presupuesto oficial y si es consorcio o unión temporal al menos uno de los integrantes deberá cumplir con este requisito”.

Mis afirmaciones fueron refutadas por un funcionario de la CDMB con el argumento de que esos pliegos los elaboraba directamente el Ministerio del Medio Ambiente, señalando que los términos de la licitación venían orientados desde Bogotá. Y a renglón seguido, el funcionario se despachó sobre el suscrito, sindicándome de saber nada de contratación. Que era casi un ignorante en materia de derecho contractual.

Esa atípica manera de contratación, que hizo carrera en Santander es de corruptos

Debo confesar que sentí profundamente esa descalificación. Un poco afectado fui a mi casa, revisé el estudio y repase que aún se mantienen colgados a la pared, en sus marcos y sus letras de molde, las acreditaciones que nos ha otorgado, a una familia de abogados especializados en la temática pública, la Universidad Libre y la Externado de Colombia en Bogotá, la Universidad de Santander, la UIS en Bucaramanga, y pronto la Pontificia Bolivariana a mi hijo mayor. Las aseveraciones del funcionario de la CDMB, por ósmosis nos afligieron. Llegué a pensar que de verdad estaban revaluados nuestros conocimientos sobre contratación pública.

Pero a mitad de esta semana, me volvió el alma al cuerpo. Escuché una grabación en la que un funcionario que dice ser “El Director” le cuenta a su interlocutor, todas las maniobras contractuales que hacen “por debajo de la mesa” para cumplir, presuntamente a quienes anticipadamente compran la contratación de una entidad pública.  Revisé nuevamente la legislación contractual. No encontré disposición alguna que defina cómo se declara desierta dos veces una licitación para evitar que le hagan “la judía” al dueño del contrato. De ese tipo de contratación pública tiene razón el funcionario al manifestar, que soy un completo ignorante. Esa atípica manera de contratación, que hizo carrera en Santander es de corruptos. En Santander se compra, se vende y luego se revende la contratación de las entidades estatales. Se armaron verdaderos carteles que hacen camino a la criminalidad y con la venia del Estado, se puso de moda la corrupción, de tal suerte que quien no esté en ese círculo, es adjetivado de pendejo. ¿Hasta dónde hemos llegado en Santander?  Hagamos algo. (https://soundcloud.com/marios-18/que-verguenza-de-funcionarios-publicos)

Al parecer, desde el Ministerio del Medio Ambiente, se orientarían términos de los pliegos cuestionados

P.D. Algunas de mis últimas columnas han motivado que me envíen mensajes amenazantes. El problema no es que ladren los perros. El temor que siento es que me muerdan.