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El ausentismo en la legislatura que llega a su final en pocas horas, hizo bajar aún más el desprestigio del congreso colombiano. No se trata de que la instïtucion sea mala, los malos son sus integrantes, particularmente los seguidores del gobierno
El Congreso de la República de Colombia entró a la etapa anual que más les gusta. La vagancia legalizada, porque para decir la verdad, durante todo el año lo más sobresaliente fue el ausentismo. Las normas existentes para controlar este problema nunca fueron aplicadas con suficiente energía. El pecado es generalizado. A pocas horas de concluir las sesiones ordinarias del Congreso, el balance de las cámaras legislativas es pobre casi que miserable. Colombia está perdiendo grandes cantidades de recursos con mantenerlos, mientras los niños se mueren de hambre, la educación flaquea y la salud amenaza con quebrar. No se compadecen los gastos que tiene el Estado manteniendo esos “vagos irredentos de corbata y camisa almidonada”, con los resultados obtenidos. "El ausentismo que ha caracterizado el periodo que comenzó el 20 de julio da vergüenza, pero esa gente es caradura y andan recorriendo el país en busca de que los ingenuos para que vuelvan a sufragar por ellos. Son felices engañando masivamente a los colombianos".
Queremos dejar en claro que no somos enemigos del congreso, todo lo contrario, lo consideramos como un elemento fundamental de la democracia. Estamos en contra de las personas que abusan porque pertenecen a una determinada mayoría y de quienes creen que cometiendo desafueros y abusos están poniendo en práctica lo "astutos que son". ¿Lo corrompidos? Estamos a muy pocas semanas de renovar el congreso y es el momento en que el pueblo colombiano debe escoger nuevos senadores y representantes. Este año, afirman las noticias, en lo corrido de la legislatura que comenzó el pasado 20 de julio, el Senado recibió 183 proyectos, de los cuales solo dos han terminado estudiados en plenaria. En la Cámara de Representantes se radicaron 214, cuatro provenientes del Senado en la legislatura precedente. De todos estos, solo ocho han recibido segundo debate. No creemos que un congreso sea bueno porque aprueban leyes en forma industrial, sería dañino se opta por este estilo, pero la verdad es que estamos frente a un caso que ni calidad ni cantidad. Nada de nada. ¿Esa gente tiene autoridad moral?
Esto de hacerse elegir para no asistir, evadir las responsabilidades, cobrar los estipendios puntualmente y en cantidad exageradas, hacerse pensionar con unos elevadísimos ingresos, tiene un nombre: corrupción. Sobre este tema el Procurador General, Alejandro Ordóñez, señaló que “la corrupción está a punto de convertir a Colombia en una Nación inviable”. Parece mentira que esto lo hagan los congresistas, los privilegiados de la política colombiana. No somos enemigos de la política sana, ue tenga como bases el respeto y dignidad personal y hacia quienes depositaron su confianza en el "dirigente" para que los representara y llevara su vocería. No estamos contra el Congreso, declaramos que somos enemigos de toda esa gama de abusos que están cometiendo. De quienes ostentan curul y engañan al pueblo de Colombia fingiéndoles estar trabajando en la redención de sus problemas y a la hora de la verdad solo actuando para su provecho personal.
Los congresistas ausentistas del cumplimiento de sus obligaciones son gente que no tiene autoridad moral para aspirar a volver
Los presidentes del Senado de la República y de la Cámara de Representantes se declararon 'apenados' frente al país por el pésimo resultado legislativo y pidieron que los colombianos castiguen con su voto a los ausentistas. "Tengo una gran pena con el país por el lánguido resultado de un Senado que solo ha aprobado un proyecto de ley en lo que va de la legislatura, pero que los colombianos deben evaluar el trabajo de quienes no asisten bajo el argumento de estar en campaña para no concurrir a las sesiones. Hay que aplicar el voto castigo, no entiendo cómo los colegas piden su reelección, no trabajan pero cobran los sueldos", advirtió el presidente del senado. El presidente de la Cámara aseguró. "No entiendo el mensaje que los representantes le envía al país: buscan su reelección pero no quieren trabajar, no cumplen". ¿Son honorables congresistas o son detestables delincuentes, común y corrientes, timadores sociales? ¿Lograrán convertir con su mala conducta a Colombia en una Nación inviable? ¿Los podremos frenar reemplazándolos por gente?
Nota.- Solo hay un permiso especial para ausentarse, lo tiene la senadora Piedad Córdoba porque se trata de satisfacer un compromiso que ella ha adquirido con la sociedad colombiana y así resolver el problema del secuestro