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La cámara de Diputados, controlada por el Gobierno, se dispone a aprobar la madrugada del jueves una ley que permitirá a los acreedores de Argentina cobrar la deuda en Buenos Aires, en París o donde prefieran, para evitar un bloqueo judicial de los pagos en Estados Unidos.
La maratónica sesión especial en la cámara baja se inició la tarde del miércoles y se estima que se prolongará unas 14 horas antes de la votación esperada para las 06H00 del jueves (09H00 GMT), dijo a la AFP una fuente parlamentaria.
La ley, aprobada la semana pasada en el Senado, quedará sin duda sancionada ya que el oficialismo y sus aliados cuentan con los votos necesarios, aunque los bloques de oposición anticiparon su rechazo a la iniciativa con diferentes argumentos.
"Es una ley que apunta a defender la autonomía del Estado para este gobierno y para los que vengan", dijo el diputado Roberto Feletti, miembro informante del oficialista Frente para la Victoria.
Según el exministro de Economía de Kirchner, el opositor Martín Lousteau, "la ley no resuelve el bloqueo de Griesa" y podría "detonar una cesación de pagos por propia decisión del Congreso".
El país sudamericano quedó entre la espada y la pared cuando el juez neoyorquino Thomas Griesa bloqueó un pago de la deuda por 539 millones de dólares y el país fue considerado por agencias calificadoras en "default selectivo" desde el 30 de julio pasado.
El juez dictaminó que Argentina debía abonar 100% de lo adeudado a los fondos especulativos a los que Buenos Aires denomina "buitres" porque compraron la deuda en default a precios irrisorios. El total a pagar es de 1.330 millones de dólares.
Si el país acatara el fallo y pagase, una cláusula de la reestructuración de la deuda llamada RUFO (sigla en inglés) le obligaría a equiparar los pagos con los demás acreedores que aceptaron quitas de hasta 70% de los adeudos, lo que totalizaría 120.000 millones de dólares, cuando sus reservas monetarias son inferiores a USD 30.000 millones.
- Hacer tiempo, como en el fútbol -
"El gobierno está haciendo tiempo para llegar a 2015", dijo a la AFP Pablo Tigani, director de la consultora Hacer.
La RUFO caduca en enero de 2015, momento en el cual Argentina podría acordar con los fondos, como lo hizo este año con el Club de París, la petrolera española Repsol y el tribunal del Banco Mundial (CIADI).
"Kirchner arregló tres de cuatro problemas que tenía. Falló con los 'buitres'", dijo a la AFP Soledad Pérez Duhalde, analista de la consultora Abeceb.com.
Argentina tiene un vencimiento de 200 millones de dólares el 30 de septiembre para lo cual busca evitar el bloqueo en Estados Unidos con esta ley, que deja abierta una ventanilla en el Banco Central argentino y otra sede en Francia, pese a que nadie explicó cómo funcionará tal mecanismo.
"En este asunto, no comprendemos nada", respondió a la AFP un eminente economista europeo especializado en cuestiones de la deuda que pidió reserva de identidad.
En Buenos Aires también hay pesimismo respecto a que una mayoría de acreedores acepte cambiar la sede de pago, salvo el magnate mexicano David Martínez y un consorcio de bonistas italianos que ya manifestaron su apoyo a la medida del gobierno.
"Sí, es verdad, el gobierno hace tiempo. Pero veo muy bajas las posibilidades de que lo acepten bonistas que adhirieron a los canjes de 2005 y 2010 (93% del total)", agregó Pérez Duhalde.
- En las calles y en la ONU -
"No hay que pagar la deuda. Pero también estoy totalmente en contra de lo que hace el gobierno", dijo a la AFP Roberto Aspiazu, de 48 años, un cerrajero en el centro de Buenos Aires.
A propuesta argentina, la Asamblea General de la ONU aprobó el martes redactar un marco regulatorio para las reestructuraciones de deuda soberana en busca de evitar este tipo de batallas judiciales en el futuro.
Países no desarrollados o en vías de desarrollo han respaldado a Buenos Aires en su cruzada, que en el plano interno le rindió frutos al gobierno.
La aprobación a Kirchner "creció de 25, 8% a 32, 4% en el marco del litigio con fondos 'buitre", señaló la consultora Management & Fit.
Pero el escenario está enrarecido porque el conflicto "vino a generar un estado de estrechez de dólares", añadió Tigani.
Exportadores e industriales presionan por un ajuste en el tipo de cambio y la incertidumbre hizo crecer la demanda de billetes estadounidenses, a tal punto que la brecha entre la cotización oficial y la parelala llegó a un 70%.