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La Reserva Federal de Estados Unidos debería considerar elevar las tasas de interés este mismo año, dijo el miércoles un consejero de la Fed, aunque otro advirtió que, con las actuales tasas de crecimiento, tomará años para que la economía pueda exhibir un pleno empleo.
Las diferentes visiones, del presidente de la Fed de Mineápolis, Narayana Kocherlakota, y de la titular de la Fed de Cleveland, Sandra Pianalto, demuestran cómo la perspectiva del mercado laboral está en el centro de los desacuerdos en el banco central respecto a cuánto tiempo mantendrá las tasas cerca de cero.
Los tipos de interés se encuentran en sus mínimos históricos desde diciembre del 2008.
‘Necesitamos más crecimiento de manera que se creen más empleos y para que la tasa de desocupación baje a ese 6 por ciento que vemos como empleo máximo’, afirmó Pianalto, que tiene derecho a voto en el comité de política monetaria de la Fed y que apoyó la decisión de mantener las tasas bajas hasta fines del 2014.
A un ritmo de crecimiento anual del 2, 5 por ciento que espera, volver al pleno empleo podría tomar años, dijo a una audiencia en Lexington, Kentucky.
Pero Kocherlakota planteó en Mineápolis que una caída en el desempleo y un incremento de la inflación en el último año implican que la Fed debería endurecer su política, no hoy, pero sí pronto.
‘Diría que en seis a nueve meses deberíamos comenzar a pensar en iniciar nuestra estrategia de salida’, dijo Kocherlakota, que no tiene derecho a voto en el comité este año. ‘No veo necesidad de una expansión adicional’, agregó.
De acuerdo a un informe oficial del viernes, la tasa de desempleo descendió a un 8, 1 por ciento el mes pasado dado que más gente dejó de buscar trabajo.
Kocherlakota dijo que estima que el declive en la participación de la fuerza laboral es más persistente que algunos de sus colegas, lo que en parte explica por qué cree que las tasas tendrían que subir antes de lo previsto.
El 25 de abril, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo que la política monetaria está ‘más o menos en el lugar correcto’. Aún así, prometió otra ronda de compras de bonos si la economía empeoraba.
Economistas de las mayores firmas de Wall Street encuestadas apostaron, tras saber que los empleadores estadounidenses crearon solo 115.000 empleos en abril, a una en tres probabilidades de que la Fed inicie una nueva compra de bonos.
En las últimas semanas, varios consejeros de la Fed se han declarado abiertamente en contra de un mayor alivio monetario, aunque uno, el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, ha argumentado a favor de que la Fed haga más.
Kocherlakota, cuyas opiniones tienden normalmente a ser a favor del combate a la inflación en el lado duro del espectro de consejeros de la Fed, está en una minoría que prefiere que la Fed retire el estímulo tan pronto como este año.
La Fed ha comprado 2, 3 billones de dólares en bonos de largo plazo en los últimos años para bajar los costos del crédito. Su último programa de adquisición de deuda, conocido como Operación Twist, debiera terminar en junio.
Kocherlakota también subrayó la importancia de la transparencia de la efectividad de la política monetaria e instó al banco central a adoptar medidas adicionales para clarificar su postura.
Comunicar la política ayuda a anclar la inflación en la meta de la Fed del 2 por ciento y mantiene al banco central públicamente responsable de cualquier brecha entre su guía y sus acciones, dijo.
También da a la Fed más control sobre política incluso cuando la tasa de crédito interbancario a un día, su principal palanca de política, está casi en cero.
‘La tasa no puede estar más baja’, dijo Kocherlakota.
‘Pero una manera de variar el estímulo monetario hoy es influir en las expectativas del público sobre cuánto tiempo la tasa de los fondos federales se mantendrán tan bajas, y cuán rápido la tasa de los fondos federales subirá cuando comience a subir’, agregó.
Paralelamente, el presidente de la Fed de Filadelfia, Charles Plosser, un duro contra la inflación, no hizo comentarios específicos sobre política monetaria.
Sin embargo, resaltó que Estados Unidos ‘tiene una historia de ser extraordinariamente resistente’ y señaló que el PIB creció en el segundo semestre del año pasado a pesar de una serie de crisis económicas, como el desastre natural de Japón y el ‘fiasco de (la fijación de un) techo de deuda (por el Congreso)’ de Estados Unidos.
‘Sin duda, el crecimiento no es robusto. Pero el crecimiento del año pasado continuó a pesar de los significativos riesgos y vientos en contra internos y externos’, dijo Plosser en una conferencia organizada por la Fed regional.