Supongo que ya todos sabemos que montar una tienda online sale mucho más económico que montarla a pie de calle. Porque, es más que obvio, la cantidad de gastos que nos ahorramos. En esta ocasión, vamos a intentar dar algunos consejos que nos ayudarán a abaratar los costes lo máximo posible, de manera que, minimicemos la inversión inicial y, con ello, los riesgos que conlleva invertir capital en un negocio. Cuanto más dinero dedicamos, mayor es el riesgo que asumimos, en el supuesto caso, que el negocio no funcione como esperábamos.

Puede ser que tengamos claro que producto vamos a vender. Pero, en caso de que no. Lo ideal, sería hacer un análisis previo de mercado, a objeto de conocer que productos son los más demandados. Una vez hecho esto, es mucho más aconsejable huir de las generalidades. Los productos con sello de identidad, originales y exclusivos, son los que gozan de más aceptación. Además, tendremos menos competencia. Centrarse en un producto en concreto es mucho mejor. Vamos a hacer caso al refranero español: "Quién mucho abarca, poco aprieta".

Otro de los puntos importantes es el precio al que vamos a vender nuestros artículos. Para ello, tendremos que analizar que margen de beneficio es el más apropiado. Lo mejor es el término medio, ni demasiado alto ni demasiado bajo.

Ahora le tocó el turno al tema de los proveedores. Tenemos dos opciones, o buscar uno que se ocupe de su fabricación y todo lo demás corre a nuestro cargo, o bien, uno que se encargue tanto de la fabricación como del envío.

Ahora viene el diseño web de nuestro comercio. La página web es al comercio online, como el escaparate a la tienda física. La estética juega un papel muy importante en lo que queremos mostrar a nuestros potenciales clientes. Pero, también lo es, que la navegación sea sencilla y, por supuesto, responsive, es decir, que la visualización de la misma se adapte a todos los dispositivos: ordenador, smartphone y tablet.

En la web, debemos incluir el nombre con el que queremos darnos a conocer, el logo, quienes somos, las imágenes de los productos junto con una descripción detallada de sus características, precios, formas de pago, envíos y devoluciones, términos y condiciones, contacto, política de privacidad.

Añadir productos a la cesta debe ser un proceso sencillo, huyamos de las complicaciones. De lo contrario, los usuarios desistirán de comprar y, eso, no es precisamente lo que pretendemos.

Tan importante como todo lo mencionado es darnos a conocer. Si ofrecemos algo bueno, pero nadie sabe de nuestra existencia, no sirve para nada. Invierte en publicidad, usa las redes sociales, contrata un servicio de posicionamiento web etc

Todo negocio precisa atención, responsabilidad, seriedad y trabajo. Es la única fórmula para mantenerse en el mercado. 

Si has echado cuentas y tus ahorros te permiten crear la tienda, perfecto, pero si no, podemos recurrir a los préstamos rápidos. Los buscadores de créditos ofrecen una lista de empresas que están dispuestas a financiar proyectos profesionales. De esta manera tan sencilla y diligente, dispondremos del capital necesario para la puesta en marcha del negocio. Y, cada mes, iremos solventando las cuotas con los beneficios que vayamos obteniendo con las ventas.

Ahora, ya tenemos las bases y algunas ideas de interés. ¿Qué nos queda? La respuesta es clara, nos queda ponernos manos a la obra. Emprender con decisión, ilusión y ganas de trabajar. Con nuestra actitud y los medios disponibles, nada puede salir mal.