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Bajo el supuesto de que el cuarto trimestre la economía no crezca respecto al tercero, el PIB del año completo podría aumentar cerca de 5, 2%, cifra que se encuentra dentro del rango de pronóstico establecido en el informe trimestral de junio (4, 5% a 6, 5%), se indica en las Minutas del Emisor.
Allí se indica que con respecto al tercer trimestre de 2011 la mayoría de indicadores de actividad disponibles sugieren que la economía habría mantenido un buen desempeño. Por tipo de gasto, el crecimiento del tercer trimestre habría seguido impulsado por el consumo de los hogares como se infiere del comportamiento de la confianza de los consumidores, del crédito de consumo a agosto, el buen dinamismo de las importaciones de bienes de consumo y del comportamiento de las ventas minoristas a julio que continúan mostrando una tendencia positiva.
La evolución reciente del mercado laboral también apoyaría la dinámica favorable del consumo privado. En el trimestre móvil a julio, el mayor crecimiento de la tasa de ocupación con respecto a la tasa global de participación permitió que la tasa de desempleo continuara con su tendencia decreciente. A pesar de que en junio y julio la generación de empleo se concentró más en trabajadores no asalariados que en asalariados, el subempleo siguió disminuyendo por lo que la calidad del empleo no parece haberse deteriorado. Se espera que el mercado laboral siga comportándose favorablemente durante el resto del año.
Por el lado de la oferta, algunas variables asociadas con la industria manufacturera, como el índice de producción industrial del DANE, el indicador de pedidos de Fedesarrollo (ambas a julio) y la demanda de energía del sector (a agosto), sugieren un relativo estancamiento de la actividad productiva. Sin embargo, aún es prematuro predecir un deterioro del sector, si se tiene en cuenta que el indicador de expectativas de los industriales sobre su producción en tres meses se mantiene en niveles bastante altos.
Otros indicadores sectoriales sugieren que el comercio, la construcción, la minería y los servicios, serán las actividades de mayor contribución al crecimiento del PIB en el tercer trimestre. Así, es probable que el ritmo de expansión del tercer trimestre sea superior al del segundo.
Dado todo lo anterior, es probable que la economía acelere su crecimiento. Adicionalmente, es factible que la coyuntura internacional menos favorable no golpee de manera relevante la economía colombiana en el tercer trimestre.
Hacia el cuarto trimestre podría darse un efecto adverso sobre la economía interna si se confirma el deterioro de la situación externa.
La turbulencia en los mercados financieros internacionales se está empezando a sentir con fuerza en América Latina, sobre todo en los mercados de divisas y en las bolsas. Las primas de riesgo de los países de la región están subiendo y las monedas se han depreciado contra el dólar, alcanzando niveles que no se veían desde finales de 2009.
De complicarse la situación en Estados Unidos y Europa, es probable que el crecimiento de los países de la región se vea afectado negativamente por distintos canales. Uno de ellos sería la pérdida de confianza, variable que jugó un rol importante en la crisis pasada. Otro sería el menor ingreso nacional, ya que una demanda externa deprimida puede generar disminuciones adicionales en los precios de los bienes básicos, caídas en las exportaciones y una alta volatilidad en los flujos de capital.
No obstante, las principales economías de América Latina pueden tener un mayor espacio para amortiguar una eventual caída por medio de políticas (fiscales y monetarias) contracíclicas que las economías desarrolladas, concluyó el Emisor.