Cada vez que el presidente, Álvaro Uribe, necesita tapar un escándalo por irregularidades administrativas o malos procederes de los funcionarios en sus cargos, ordena que le hagan una encuesta la favorabilidad entre un grupo de mil amigos suyos ubicados en cinco o seis ciudades y nombra a la senadora liberal, Piedad Córdoba, para buscar rescatar los secuestrados que tiene las Farc. Finge, a pesar de que está muy lejos de ello, una sensibilidad social y humana que haría llorar a un ingenuo o un retardado mental.

En esta ocasión está tratando de diluir las denuncias del Superintendente de Notariado y Registro, quien afirmó ante la Corte Suprema de Justicia, sala penal y la Procuraduría que, Uribe en persona tomó parte de la repartición, en la feria de las notarias, para alcanzar su reelección comprándole el voto positivo a más de una treintena de parlamentarios uribistas. Este funcionario, a quien hay que creerle porque fue el encargado, por la posición que ocupaba, de hacer la entrega de del evento de inmoralidad pública masivo. ¿Con qué estarán pagando los votos positivos para la segunda reelección?

El presidente Álvaro Uribe, autorizó a la congresista Piedad Córdoba para participar en la liberación de rehenes de las FARC, “con la condición” de que sean entregados de manera "simultánea" los 24 militares y policías y los tres cadáveres que la guerrilla tiene en su poder. En otras palabras, finge una generosidad que inmediatamente y según el ministro del interior, es una condición inamovible. Hasta el momento las Farc no ha hablado sino de la liberación de dos soldados. Entendemos que no es la senadora, sino la guerrilla la que va a liberar los encadenados, por lo que no se le pueden poner condiciones de número, tiempo y lugar.

Piedad Córdoba un como comodín cada vez que el Presidente quiere tapar un escándalo por dolo entre sus funcionarios..

Sectores muy importantes de la opinión colombiana, calificaron de “cortina de humo las nuevas condiciones del presidente Álvaro Uribe... El presidente Uribe niega la participación de Piedad Córdoba pero vuelve sobre ella y la pone como comodín cada vez que quiere tapar un escándalo... Uribe quiere ocultar el festival de compraventa de notarías creado por él para alcanzar la primera reelección y la crisis económica agravada y por el fracaso de la máquina de guerra que montó Juan Manuel Santos y la frustración del TLC...” Busca distraer a la opinión pública llevándola a otros planos que la resulten personalmente favorables. Los secuestrados en si no le interesan.

Otras opiniones señalan que “El cabo Moncayo y su compañero Josué Calvo están listos para ser liberados desde hace meses y Uribe lo ha impedido y parece que lo seguirá impidiendo. La propuesta de Uribe es tardía y mal intencionada”. Al presidente no le interesa políticamente que suelten los secuestrados, se le acabaría su caballito de batalla politiquera. A pesar de la insistencia de los periodistas, el Ministro del Interior, no pudo explicar cuáles son los propósitos de fondo que tuvo Uribe al nombrando a Córdoba nuevamente pero de manera condicionada. Esto no está claro como no lo está lo de la yidispolítica, las chuzadas, los falsos positivos y tantas otras aberraciones. Lo que si está claro es que hay dobles propósito.