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El reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia que archiva la investigació n que realizaba al ex congresista perteneciente a la coalició n de izquierda autodenominada Polo Democrá tico, Wilson Borja, definitivamente ha desbordado la copa. La decisió n de la má xima instancia de la justicia ordinaria colombiana aunque produce estupor en el pueblo colombiano no es extrañ a, debido a que se presume que la Corte en el caso de la Farcpolí tica no actú a conforme al ordenamiento jurí dico colombiano.
Ahora bien, lo que preocupa a la sociedad colombiana no es el fallo en sí , sino el ardid al que recurrió la Corte para desestimar las pruebas que vinculan al ex congresista con la BACRIM de las FARC. Argumentar el ó rgano de lo jurisdiccional, que las pruebas recabadas del computador del abatido alias Raú l Reyes son ilegales, definitivamente pone la cadena de custodia y el informe de la Interpol de cabeza. Esta decisió n pisotea el acervo probatorio que en su momento se convirtió la informació n de esos computadores.
La Corte Suprema de Justicia con esa decisió n ratifica lo que el pueblo colombiano viene pensando de ella. Para el colombiano del comú n, la Corte se convirtió desde hace rato en el aliado estraté gico de la BACRIM de las FARC al interior de la institucionalidad colombiana.
El pueblo colombiano piensa que este fallo es escandaloso y lastima gravemente la confianza en el poder judicial. No es ni siquiera menester traer a colació n, para controvertir la ú ltima decisió n de la Corte, que en el caso de la Parapolí tica é sta ha pisoteado el ordenamiento jurí dico colombiano para llevar a la cá rcel a ex congresistas por supuestos ví nculos con las AUC; mientras que en el caso de la Farcpolí tica la Corte ha actuado de forma dolosa al no administrar justicia.
El fallo de la Corte es una bofetada a los millones de ví ctimas de la BACRIM de las FARC no só lo en Colombia, sino en el mundo. Aú n má s, no só lo desestimar sino descalificar las pruebas que en su momento fueron avaladas por la Interpol y por la Fiscalí a colombiana es criminal.
La Corte con el fallo proferido ha desnudado su pertenencia ideoló gica. Aú n má s, ha ratificado lo que el pueblo colombiano piensa, de que la má xima instancia judicial se escudaba en la supuesta persecució n que hacia el gobierno anterior para aplicar justicia a favor de los intereses de la BACRIM de las FARC. Peor aú n, la Corte ha desafiado a la sociedad colombiana al expresar su connivencia con los aliados de la estructura terrorista que tanto dañ o le ha hecho al pueblo colombiano.
La decisió n de la Corte se ha convertido, sin lugar a dudas, un boquete por el cual los aliados de la BACRIM de las FARC se exonerará n de toda culpa. Aú n má s, desde ya se presume que no só lo estos aliados de los terroristas se beneficiará n con su absolució n, sino que tambié n iniciará n procesos en contra del estado colombiano para que les sea resarcidos los perjuicios cometidos en su contra: ¡ Qué tal!
Ahora se entiende que detrá s del escá ndalo de las supuestas interceptaciones ilegales que hizo el DAS, la Corte ha desempeñ ado un papel preponderante. El trabajo de la Corte ha sido la de fustigar a los miembros del DAS para evitar que se haga de conocimiento pú blico las andanzas de los aliados de la BACRIM de las FARC.
Definitivamente, produce carcajadas el ver como hoy se tiene en la cá rcel a miembros del DAS porque supuestamente hací an interceptaciones a magistrados y a los que hoy la Corte absuelve, mientras que el ó rgano judicial descalifica y criminaliza las pruebas obtenidas del computador de alias Raú l Reyes.
La Corte y la BACRIM de las FARC parecen cucarachas del mismo calabazo, debido a que parecen actuar motivadas por los mismos intereses. Peor aú n, al colombiano del comú n le da la impresió n de que el ó rgano judicial debe estar recibiendo algú n tipo de recurso econó mico para fallar en contra de las evidencias legales que ratifican el trabajo mancomunado que hacen miembros de la izquierda colombiana con la organizació n terrorista.
Así que, ante la desfachatez de la Corte Suprema de Justicia de criminalizar las pruebas recabadas del computador de alias Reyes y absolver de toda culpa a los aliados de los terroristas de la BACRIM de las FARC, pues le tocará al estado colombiano recurrir a la Corte Penal Internacional para que sea esta instancia legal la que califique objetivamente los oprobios en contra del pueblo colombiano.