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El gobierno de Mauricio Macri tuvo su peor mes en los dos años de gobierno. Las duras reformas, la escalada de violencia y el dólar incontrolable, frenaron el autoestima ganador.
Ignacio Bustos
El envión triunfalista del Gobierno de Mauricio Macri, tras el triunfo electoral de Octubre en las legislativas, se enfrío en Diciembre. Los aumentos en las tarifas y la tan cuestionada reforma previsional, generaron cierto nivel de antipatía hacia el gobierno de Mauricio Macri donde su popularidad sufrío un poco los embates de un "estresante" fin de año. También tuvo que lidiar durante algunos días con los que pregonaban con "el fantasma del helicóptero de De la Rúa", las manifestaciones en el congreso y el nivel de violencia durante varios días en la plaza de los dos congresos, que terminó en batalla campal y la plaza totalmente arruinada. El gobierno acuso al Kirchnerismo de hacer todo lo posible por no solo frenar las sesiones, sino también por ser el principal promotor del caos en la plaza de los dos congresos.
Las imagenes de los cientos de miles de cascotes contra la indefensa Policía de la Ciudad (Por una orden judicial de una jueza de la Capital) generaron un rechazo de la sociedad hacia ese nivel de violencia. Lo que en el fondo le termino por favorecer al gobierno, y dejar tan mal parados a referentes de la Oposición como Cristina Kirchner y Sergio Massa. Según rumores, se dice que ambos trazaron una alianza a "oscuras" por la conveniencia de que el peronismo no le sirva en bandeja la reelección a Mauricio Macri, y por sobretodo, seguir en carrera.
Tanto la reforma previsional como el presupuesto nacional, se lograron aprobar gracias a los legisladores que responden a los gobernadores de las provincias por la imperiosa necesidad que tienen de cerrar el año sin tantos problemas para las fiestas en sus provincias (época de Aguinaldo), apoyaron ambas medidas. El gobierno termino el año pidiendo la hora, y con tarea para las vacaciones: replantear el rumbo. Mientras tanto, la deuda sigue creciendo a pasos agigantados.
La escalada del dólar es otro de los grandes dolores de cabeza de Mauricio Macri y todo su gobierno. El dólar por estas horas ya roza los veinte pesos, aunque se fijaron varias metas de bajar la inflación, el fantasma del dólar acecha las góndolas y la estabilidad social dependiendo de la social. Se calcula que su imagen positiva descendió entre un 8% y en el peor de los casos un 20%.
El Gobierno de Mauricio Macri, en su mayoría están pagando un alto costo por esa falta de reflejos políticos, por simple inexperiencia política que a los "ponchazos", día tras día van aprendiendo a hacer pie en las movedizas e inestables arenas de la política Argentina. El gobierno va a necesitar agilizar la cintura para hacer frente a los embates y al enrarecido clima social, frente a una oposición que poco le va a dejar pasar el error y marcha atras. La herencia se está cobrando sus facturas con punitorios; aunque casi no le quede poco lugar agarrarse de ese caballito de batalla. El 2018 será un año que planteará muchos desafíos para Macri y su gobierno.