Más allá de lo que muchos creen, o quieren creer, la realidad es tangible y demostrable. Con una vana defensa de acciones repudiables solo fijándose en quien las comete, se demuestra una falta de conocimiento o de valores. La dictadura es dictadura sin importar la ideología política aplicada. Con respecto al respeto a la vida no importa si son de izquierda, derecha, centro o lo que sea. La vida como derecho primero de cualquier persona se tiene que respetar en cualquier caso y de cualquier forma. La dictadura militar en Argentina es tan repudiable como las dictaduras venezolanas y cubanas. Más allá de que no me arrobo el derecho a hablar por lo que no sufro, solo basta un poco de empatía para comprender que el respeto y los derechos no valen nada si no hay vida.

Claro está que no viví la dictadura cívico militar argentina ni fui a Cuba ni viví en Venezuela, la realidad está en las palabras de quienes sí vivieron o viven en esas civilizaciones ¿O las palabras de los que vivieron a fines de los ’70 y principios de los ’80 en Argentina valen más que las palabras de los que viven hoy en Cuba? Cuando el que sufre una falta de respeto hacia la vida es el ciudadano promedio no importa cómo se llamen a sí mismos los gobernantes, no importa si el discurso habla repartición de la riqueza o de libre mercado. El ataque a los derechos humanos es una constante de cualquier dictadura. Ya si dejamos de ver que el pueblo sufre solo por estar en un país gobernado por quien nos genera simpatía, uno no puede asumirse como solidario.

Desde la opinión de un humilde argentino, solo puedo pensar en el refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”. Más allá de desearles lo mejor a la población cubana, no deja de preocuparme la vana importancia que le da a los hechos recientes nuestro gobierno. Uno no puede llamarse a sí mismo solidario y empatizar con quien llamo a la represión desde una posición de poder. Además del ataque al libre mercado pidiéndolo para Cuba, se llamó a levantar un bloqueo que no existe. Lo que sí existe es un embargo por la expropiación hecha por el gobierno cubano. Sin embargo, a mí me sorprende, como problema de menor importancia, como se habló de no opinar sobre la situación cubana, pero sí se dice lo que tiene que hacer, o dejar de hacer, Estados Unidos. Que más allá de simpatías, solo pide un pago por la expropiación ilegitima practicada por el gobierno de Fidel Castro.

En resumen, dictadura es dictadura, en ese sistema de gobierno, no se vive, solo se existe. La realidad es innegable cuando es tan palpable. La censura y la represión practicadas por un gobernante contra su pueblo en ningún momento son justificables. Como argentino quiero aclarar que nuestros políticos actuales no nos representan. En todo caso, son representantes de una forma bruta y dictatorial de imponer su idea. A pesar de la inenarrable vergüenza que dan los nefastos que nos gobiernan, el apoyo de los ciudadanos de bien argentinos está, y siempre va a estar, con el pueblo que sufre. Porque eso es lo más importante, no la ideología política, sino que ni lo más valioso que los seres humanos tenemos se está respetando.