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El crecimiento de la economía de Estados Unidos fue más lento de lo estimado previamente en el tercer trimestre, tras una brusca caída en el gasto en salud, pero la fuerte inversión empresarial y un descenso en los inventarios apuntaron a un repunte en la producción en el actual periodo.
El Producto Interno Bruto (PIB) creció a un ritmo anual del 1, 8 por ciento en el tercer trimestre, dijo el jueves el Departamento de Comercio en su estimación final, por debajo de su previsión anterior de un 2 por ciento.
Los economistas esperaban que el crecimiento no se revisara y quedara en un 2 por ciento.
Aunque el gasto en salud cayó en 2.200 millones de dólares, el gasto en bienes duraderos fue más fuerte de lo estimado previamente, indicando que el apetito de las familias por consumir se mantiene saludable.
Anteriormente se había informado que el gasto en salud había aumentado en 19.700 millones de dólares.
En la revisión final, el gasto en salud restó alrededor de 0, 1 puntos porcentuales de la variación del PIB en la revisión final, mientras que en la estimación anterior agregaba 0, 61 puntos porcentuales al crecimiento.
En todo caso, la economía estadounidense continúa resistente, pese a que buena parte del resto del mundo se está desacelerando y se pronostica una recesión leve en Europa para el próximo año.
El mercado laboral está mejorando, los hogares siguen gastando, la construcción de viviendas se está acelerando y la producción fabril se está expandiendo, lo que deja a la economía en camino de crecer al menos un 3 por ciento en el cuarto trimestre, que sería su ritmo más veloz en 18 meses.
Pese a la revisión a la baja, el crecimiento del tercer trimestre es un avance frente a la expansión del 1, 3 por ciento del período entre abril y junio.
Parte del repunte en la producción del trimestre anterior refleja una reversión de los factores que contuvieron el crecimiento a inicios de año.
Un salto en los precios de la gasolina pesó sobre el gasto del consumidor este año y las interrupciones en la cadena de suministro debido al enorme terremoto y tsunami de marzo en Japón redujo la producción de automóviles.
El Gobierno revisó el gasto del consumidor a un crecimiento del 1, 7 por ciento desde un 2, 3 por ciento debido a los ajustes en el rubro de servicios de salud, en particular en los hospitales sin fines de lucro.
‘El gasto del consumidor es revisado mucho a la baja, lo que es realmente decepcionante. La cifra del primer trimestre del próximo año va a del anémico efecto del segundo semestre de este año’, comentó Robbert van Batenburg, jefe de investigación global de Louis Capital Markets en Nueva York.
El incremento del gasto en bienes duraderos, sin embargo, fue revisado al alza a un 5, 7 por ciento, desde un 5, 5 por ciento.
Otras categorías
Los inventarios empresariales cayeron en 2.000 millones de dólares, lo que recortó 1, 35 puntos porcentuales al crecimiento del PIB. Previamente, se había calculado que los inventarios declinaran en 8.500 millones de dólares.
La caída de los inventarios fue compensada por un fuerte gasto empresarial, que se elevó un 15, 7 por ciento, en vez del 14, 8 por ciento previsto antes.
Excluyendo los inventarios, la economía estadounidense creció a una enérgica tasa del 3, 2 por ciento, revisada hacia abajo desde el 3, 6 por ciento informado originalmente.
El Departamento de Comercio también informó que las ganancias corporativas después de impuestos aumentaron un 2, 7 por ciento, una revisión a la baja desde el 3, 0 por ciento previo. Las utilidades después de impuestos subieron a una tasa del 4, 3 por ciento en el segundo trimestre.
El crecimiento de las exportaciones fue más fuerte que lo estimado previamente, con un avance del 4, 7 por ciento en vez de un 4, 3 por ciento. Las importaciones subieron a una tasa mucho más rápida del 1, 2 por ciento, en vez de un 0, 5 por ciento.
El comercio contribuyó con 0, 43 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.
En otras categorías, las construcciones residenciales crecieron a una tasa del 1, 3 por ciento en el tercer trimestre, en vez de un 1, 6 por ciento. El gasto del Gobierno cayó un 0, 1 por ciento, sin cambios frente al pronóstico anterior.
El informe del PIB también mostró algunas presiones inflacionarias en la economía estadounidense. Un índice de precios de gastos personales se elevó un 2, 3 por ciento entre julio y septiembre, que se compara con un alza del 3, 3 por ciento en el segundo trimestre.
Un indicador de la inflación subyacente, que elimina costos de alimentos y energía, se aceleró a una tasa del 2, 1 por ciento en vez de un 2, 0 por ciento.
El indicador, seguido de cerca porla Reserva Federal, anotó un avance del 2, 3 por ciento entre abril y junio.