Estados Unidos lanzó el lunes un nuevo caso comercial contra los subsidios de China para los autos y sus partes, en momentos en que el presidente Barack Obama sale a buscar votos en Ohio, un estado con presencia de la industria automotriz que podría ser decisivo en las elecciones presidenciales de noviembre.

Pekín contraatacó con un reclamo contra los aranceles estadounidenses sobre muchas exportaciones chinas, en la última señal de tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo.

El nuevo caso estadounidense, presentado en la Organización Mundial del Comercio, apunta a lo que Washington consideró ‘amplios subsidios’ a los productores chinos de autos y sus partes, localizados en determinadas regiones seleccionadas, conocidas como bases de exportación.

‘Aquellos subsidios perjudican directamente a los hombres y mujeres de trabajo en la línea de ensamble en Ohio y Michigan y en todo el centro del país. No está bien. Viola las reglas. Y no dejaremos que siga así’, dijo el lunes Obama en el avance del texto de un discurso que tenía previsto para Ohio.

El candidato presidencial republicano Mitt Romney ha acusado a Obama de no ser lo suficientemente duro con Pekín en cuestiones del comercio y la moneda que amenazan al empleo de Estados Unidos.

‘Los casos comerciales en la temporada de la campaña pueden sonar bien, pero es demasiado poco y tarde para las empresas y las familias de clase media de Estados Unidos’, dijo Romney en una declaración.

La decisión de lanzar el caso sigue a los pedidos de los trabajadores metalúrgicos de Estados Unidos y otros grupos sindicales para que se tomen medidas a fin de frenar lo que ellos consideran una inundación de autopartes chinas que cuentan con subsidios desleales.

La Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) dijo que las bases exportadoras a las que apunta ganaron al menos 1.000 millones de dólares en subsidios disponibles a los exportadores de autos y autopartes en China desde el 2009 al 2011.

Adicionalmente, responsables comerciales estadounidenses dijeron que están dando el próximo paso en otro caso por separado, presentado en junio por los aranceles chinos contra las exportaciones estadounidenses de autos, al pedir que la OMC establezca un panel para considerar el reclamo estadounidense.

Ese caso también fue anunciado cuando Obama estaba en un viaje en Ohio por la campaña electoral.

La contrademanda de China, también presentada el lunes, afecta potencialmente a cerca de 30 productos a los que previamente habían apuntado los aranceles estadounidenses, dijo un funcionario comercial familiarizado con el caso.

En un breve comunicado, la OMC dijo que los productos incluían al acero, los neumáticos, imanes, químicos, artefactos de cocina, pisos de madera y torres eólicas.

En marzo, el Congreso estadounidense había votado para asegurarse de que Estados Unidos pueda aplicar impuestos a artículos subsidiados de China y Vietnam, medida que la Casa Blanca calificó como necesaria para proteger el empleo local.

El Ministerio de Comercio de China contraatacó el lunes a Estados Unidos por apuntar a China con aranceles compensatorios, destinados a combatir los subsidios para promover las exportaciones.

‘China espera que Estados Unidos pueda corregir su política errónea y resolver apropiadamente las preocupaciones de China a través de consultas y de los mecanismos de resolución de disputas de la OMC’, dijo en un comunicado el portavoz del ministerio Shen Danyang.

El Ministerio de Comercio no hizo mención de la decisión de Estados Unidos de iniciar el caso contra China en la OMC por los automóviles.

Las medidas comerciales podrían ser una buena jugada política en el corazón industrial de Estados Unidos, incluyendo estados como Ohio que podrían determinar el resultado de las elecciones del 6 de noviembre.