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Según la mitología Griega, aquellas criaturas del mar atraían con su irresistible canto a los marineros que pasaban cerca de la isla donde habitaban y estos sucumbían en el mar atraídos por esas bellas mujeres con cuerpos de pez
Sin embargo, como toda mitología, no deja de ser eso, una creencia antigua pero que encierra una gran verdad. Como una metáfora que atraviesa los siglos anticipando y dando al conocimiento las herramientas frente a esas situaciones, o cánticos de sirena que se repiten una y otra vez en todas las sociedades llevándolas al borde del precipicio.
Todo canto de sirena es una melodía que suena hermosa, pero no es real. Es una invitación a ir en pos de algo que a lo lejos no contiene absolutamente nada, solo la muerte o el vacío. Un ejemplo de ese llamado bien orquestado con todo tipo de instrumentos que hace palpitar a múltiples corazones descontentos, es lo que hoy se podría llamar tranquilamente la utopía del progresismo en los países subdesarrollados. Donde prometen todo, pero no tienen nada para dar, no existe en ninguna parte del mundo el país tal cual lo pinta el clientelismo progresista de este siglo.
El ejemplo más claro es Argentina, que por ser un país con tanta riqueza y extensiones de territorio, se encuentra en la mira de muchas potencias del mundo. Esta claro que han diseñado un cántico de sirena hermoso, donde se habla de libertades que no son posibles en ninguna parte del mundo, se busca atraer a la juventud con toda especie de promesas que se parecen a la felicidad de ensueños que otorgaba el canto de las sirenas a los navegantes de ultramar llevándolos hacia un rumbo desconocido hasta quedar perdidos en la nada del embravecido mar. Obvio que en el barco era todo sacrificio y trabajo, sostener las velas del embarcación, limpiar los pisos, soltar las amarras y múltiples de trabajos forzados. El cántico no exigía nada, solo seguir su camino.
Esa especie de progresismo en los países subdesarrollados se les ofrece todo sin pedirles nada, una felicidad única y gratuita, allí podéis fumar pasta, robar, delinquir, vestirte como quieras, hablar como se te antoje. Pasar de año sin estudiar, cobrar sueldos sin trabajar, manifestarte, cortar rutas, caminos, quemar llantas, ocupar tierras y hacer cuanto te venga a la mente. Progresismo gratuito para todes.
El cántico de sirenas ideado en la isla de Cuba, diseñado para destruir la juventud de los países que pretender dominar, para dejarlos perdidos en la nada. Porque en realidad, no existe un país que otorgue todas las libertades que ellos prometen, y para peor en los países dominados por el comunismo, como la misma Cuba, la opresión es el símbolo que los caracteriza.
Nadie se da cuenta que en los países que pretender conquistar con ideologías baratas, sueltan delincuentes que en las naciones dominadas por el comunismo irían directamente al fusilamiento o cadena perpetua. Claro, como acá es gratis, sostienen organismos como los de Derechos Humanos que en sus latitudes brillan por su ausencia. Van minando las sociedades desde adentro, crean confusión en sus jóvenes, y peor aún en ancianos, porque existe gente que peina canas y todavía no despertaron del sueño de la sirena y, siguen creyendo en las fábulas que dejará a sus descendientes sin futuro.
El capitalismo puede ser malo, pero centra todos sus esfuerzos en el trabajo y la producción, existen múltiples países en el mundo que funcionan con este modelo. Se premia el esfuerzo y se brinda oportunidades en base a el sacrificio personal. Se valora el derecho y se respeta la propiedad privada de cada ciudadano. Se educa y se vive de acuerdo al bien común. No es lo mejorcito que hay. Es como el Barco de los navegantes de la antigüedad, es feo, es sucio, y sacrificado, pero allí estas seguro que llegaras a destino. El cántico de la Sirena suena perfecto, pero te lleva a un mundo desconocido sin rumbo, sin destino y sin oportunidad.
Carlos Polleé