A finales del gobierno del ex presidente Uribe se desató un escá ndalo de proporciones mayú sculas por cuenta de las supuestas interceptaciones ilegales hechas por el Departamento Administrativo de Seguridad – DAS a personajes de la vida   pú blica nacional. Los medios de comunicació n á vidos de primicias para subir el rating de sus canales desplegaron toda una campañ a mediá tica sin precedentes en el paí s. En parte, este show tambié n es una muestra de desagravio y solidaridad porque algunos comunicadores,   supuestamente,   tambié n fueron ví ctimas de las interceptaciones y seguimientos ilegales.

Durante la campañ a mediá tica desplegada, digna de la promoció n de los culebrones que pasan por estos medios, se ha apelado al desprestigio de los supuestos culpables de haber ordenado y realizado las interceptaciones.

Dentro de los “ Chuzados” se encuentran personajes que han dado muestras suficientes de pertenecer al bando de los terroristas. Una de ellas, es nada menos que TEODORA, ex miembro del congreso, precisamente, destituida por la Procuradurí a General de la Nació n por su militancia en la BACRIM de las FARC.

Los ó rganos jurisdiccionales del paí s en concurso con la Fiscalí a General de la Nació n iniciaron las respectivas investigaciones y hasta la fecha se han dictado medidas cautelares en contra de algunos implicados a juicio del ó rgano acusador.

Ahora bien, para nadie en Colombia es un secreto que el DAS por ratos, a pesar de depender directamente de la Presidencia de la Repú blica, actú a como rueda suelta. Son centenares de casos   que en el pasado han afectado negativamente la credibilidad de esta institució n. Aú n má s, casos de corrupció n por doquier han sacudido al DAS. Peor aú n, noticias hechas pú blicas han revelado la connivencia de miembros de esta institució n con miembros de los grupos ilegales de todos los pelambres. Es decir, el DAS durante su historia institucional ha brillado por la cantidad de escá ndalos que han sido de conocimiento de la sociedad colombiana.

A pesar de lo anterior, los eventos nuevos que han sido amplificados generosamente por los medios de comunicació n colombianos los quieren hacer parecer como nuevos.   Inclusive, personajes que han ocupado puestos de mando en el paí s y conocedores hasta la saciedad de las actividades ilegales en el pasado del DAS han reaccionado de forma artera. Se han rasgado las vestiduras con el ú nico propó sito de endilgarle responsabilidad al   ex presidente Uribe y a sus má s cercanos colabores durante su gobierno.

Esta campañ a mediá tica disfrazada para esconder su propó sito real produce suspicacia al interior de la sociedad colombiana. Ver la manera có mo ha sido abordada por los medios de comunicació n produce hasta risa. Mejor aú n, a los noticieros de los medios de comunicació n colombianos só lo les falta la harina para el carnaval en que han convertido “ el cuento” de las chuzadas.

Durante meses los medios no han escatimado sus espacios para, segú n ellos, buscar los responsables de tal despropó sito. En su afá n de desprestigio han presionado a los investigadores y administradores de justicia para que estos actú en de forma precipitada y sin una valoració n exhaustiva de las pruebas dicten sentencias condenatorias.

Ahora, si bien por este escá ndalo ya hay ex miembros de la institució n condenados, esto no es argumento suficiente para homologar o peor aú n hacer analogí as y de esta manera tratar de endilgarle responsabilidad al ex presidente Uribe. Los que hoy han sido condenados por la justicia colombiana han sido responsables directos de los hechos que se les imputaron, tan es así , que varios de ellos se acogieron al principio de oportunidad.   En este proceso, realmente, lo que se ha pretendido es tratar de buscar ví nculos entre los hoy juzgados y el ex presidente Uribe.

Conversaciones que han sido de conocimiento pú blico han ratificado que los miembros de la Corte Suprema de Justicia iniciaron una cacerí a sin precedentes en la historia republicana del paí s para como fuera juzgar y condenar al ex presidente Uribe. Para lograr tal propó sito, los administradores de justicia han iniciado junto con este proceso de las Chuzadas otros procesos, para ver en cuá l de ellos cae el ex mandatario. La Corte, en su cacerí a ha puesto cebos para ver cuá l de estos pican y les proporciona la cabeza de la presa que buscan con tanto frenesí .

Los medios de comunicació n han aportado su cuota de desprestigio en contra del ex mandatario. Los intereses que manejan son inocultables. El pretexto invocado para iniciar esta campañ a no es má s que un comodí n en este juego polí tico en que se han sumido los miembros de estos medios de comunicació n. Ademá s, no se puede soslayar que muchos de estos integrantes hoy está n siendo investigados y procesados por la justicia por haber tenido ví nculos con grupos terroristas y en especial la BACRIM de las FARC. Peor aú n, organizaciones no gubernamentales que se subvencionaban con recursos de estos narcoterroristas fueron desmanteladas durante el gobierno de Uribe.

El proceso que se le ha abierto en la Comisió n de Acusaciones de la Cá mara de Representantes al ex presidente Uribe se ha querido usar como justificació n para condenar de antemano al ex mandatario. Los medios no ocultan que detrá s de su campañ a se esconde la injerencia de ex presidentes con fuertes arraigos al interior de ellos. Tampoco se puede desconocer que este carnaval impulsado por los medios sea una “ Cortina de Humo” para beneficiar al actual mandatario.

Por ú ltimo, el pueblo colombiano está expectante y esperando el contraataque de los acusados. En el argot polí tico un golpe se responde con otro, serí a interesante que la opinió n pú blica conozca la versió n de primera mano de los acusados. Aú n má s, que se hagan pú blicas las interceptaciones supuestamente realizadas.

Pró xima reflexió n: “ Chá vez se cagó en Bolí var: El gobernante venezolano ha abusado tanto del ideario del Libertador para justificar su desvarí o que lo ha puesto al mismo nivel de alias Tirofijo y el Mono Jojoy”