Hace aproximadamente un mes fuí al centro de Bogotá a comprar un rollo de fotografía. Encontré, con mucho asombro, una marcha conformada por personas de barrios humildes de la ciudad que exigían que se dejara de matar a sus hijos para hacerlos pasar por guerrilleros dados de baja en combate y mejoras en su situación económica. Digo inicialmente que encontré la marcha con asombro, no sólo por lo numerosa, sino porque jamás fue mencionada por los medios y la gente que la conformaba no era, ni mucho menos, un grupo reducido.

Considero mi posición afortunada, ya que me permite acceder a los dos lados de la historia. Igual que puedo salir de fiesta a lugares costosos con los hijos de los ex presidentes de este triste país, voy a tomar "agua'epanela" a casas de personas que apenas se ganan el sueldo mínimo para mantener a sus cuatro o cinco hijos. Al final no comprendo qué sucede. ¿Por qué los poderosos están tan empeñados en tener tanto? ¿por qué los pobres reeligen a quien los hace pasar hambre? Nunca he sido partidaria de ninguna muestra ostentosa de poder, pero un exceso como el que se ve en un lugar así, no me causa menos que escalofríos.

Para querer ser presidente de un país como el que es mi patria, se necesita tener poco cerebro, mucha ambición y demasiados amigos adinerados, o al menos así ha sido en Colombia desde hace siete años aproximadamente. Cualquiera con un coeficiente intelectual de 70 sabe que al ponerle precio a la vida humana, va a recibir muertes injustificadas a cambio. ¿Qué pasó con el honorable ejército de Colombia? ¿por qué empezó a matar a los civiles para simular que eran guerrilleros? Porque algún asno ofreció recompensas o ascensos por cada baja notificada. No es cuestión del ejército, es la bestialidad del humano que asesina, ya sea por dinero o por una causa.

Para querer ser presidente de un país como el que es mi patria, se necesita tener poco cerebro, mucha ambición

La estrategia que he observado para apaciguar al pueblo es la siguiente: hacerse amigo del dueño de los noticieros y la prensa en general, para que creen un ambiente de miedo y de expectación, con un enemigo en común (en Colombia es la guerrilla, en otros paises es el imperialismo con sus representantes). Luego se planean dos o tres golpes espectaculares que hagan creer a la gente que a través de la matanza y la trampa se controla al "enemigo". Por último, se enfatiza en las telenovelas y el fútbol, para hacer olvidar a las personas el peso que tiene la realidad y simultáneamente se van cambiando las normas políticas para dar poder absoluto al gobernante, quien aprovechará para repartir todo lo que pueda entre sus allegados políticos y de sangre. A esto debe sumarse un recorte máximo a los fondos destinados a cultura y educación y minimizar lo que sería llamado "inversión social". Total, hacer que la gente pase ncesidades terribles y viva en la pobreza, pero tenerlos tan asustados que crean que esa es la mejor manera de vivir.

¿Soluciones? Cambiar la legislación. Volver a una constitución justa y a un manejo medianamente equilibrado de los recursos públicos. Y enseñanza, mucha enseñanza, para ver si la gente aprende de ua buena vez que tiene dientes y aprende a morder a la mano que le mete los dedos en la boca para robarle el pan que, por derecho, le corresponde.