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A pesar de las dificultades en el frente externo, las perspectivas de la economía colombiana para el 2012 son positivas y es así como los empresarios presupuestan un crecimiento nominal de las ventas totales de la industria del 9.5% y de 10.5% en el caso de las exportaciones.
Así lo muestran los resultados de la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (EOIC), que la ANDI realiza con ACICAM, ACOPLASTICOS, ANDIGRAF, ANFALIT, CAMACOL y la Cámara Colombiana del Libro, donde los empresarios mantienen unas perspectivas optimistas y así lo manifiestan en los presupuestos de ventas. En efecto, de acuerdo con sus presupuestos, las ventas industriales, para el 2012, aumentarían en 9.5% en términos nominales, lo que se traduce en un crecimiento real del orden del 6.7%. Esta perspectiva favorable se da tanto para ventas nacionales como exportaciones.
Algunos de los factores que incidirán favorablemente sobre el comportamiento de la manufactura para el 2012, según los encuestados, son la mayor dinámica de la economía colombiana y de sus sectores, la búsqueda de nuevos mercados, los cambios internos orientados a la competitividad en las empresas (desarrollo de nuevos productos, inversión, avances en calidad, innovación, posicionamiento de marca), el desarrollo de proyectos de construcción e infraestructura, y los tratados de libre comercio.
De otro lado, las mayores dificultades están relacionadas con la escasez e incremento en los costos de las materias primas, la mayor competencia en el mercado, el impacto de la crisis financiera internacional, la deficiente infraestructura vial, el impacto de factores climáticos y la volatilidad de la tasa de cambio.
Estos resultados van en la misma línea con los presentados en el foro realizado recientemente por la ANDI y el DNP "Retos y Perspectivas de la industria manufacturera" en el cual se analizó la situación de la manufacturera en la última década y en particular en los últimos años. En general, se observa que la industria ha mantenido un comportamiento favorable, que se vio interrumpido en 2008 y 2009, como resultado de la crisis financiera internacional, pero posteriormente se observa una clara tendencia a la recuperación.
El buen desempeño en materia de crecimiento ha estado acompañado de transformaciones competitivas al interior de las empresas, donde es evidente la internacionalización de las mismas. Esta visión moderna de las empresas incluye la diversificación de mercados, el desarrollo de proveedores, la inversión en el exterior y un aumento en innovación.
El esfuerzo en productividad del sector privado en un entorno con avances en materia de política económica. Entre otros, están la estrategia de integración, cuyo resultado más reciente es la aprobación del TLC con Estados Unidos; el ambiente macroeconómico favorable, con medidas orientadas al saneamiento fiscal; la política de innovación que está impulsando el gobierno; las iniciativas que buscan una mayor formalización de la economía; la reforma a la ley de regalías, que probablemente se traducirá en un mayor desarrollo regional y en una mayor inversión en ciencia y tecnología, las acciones concretas diseñadas a partir de la "Agenda Interna", y la política de desarrollo productivo.
Sin embargo, en las discusiones del foro también se destacó que aún nos queda un amplio camino por recorrer. Si bien es cierto que logramos buenos crecimientos, aún estamos lejos de los observados en los países asiáticos; se ha avanzado en competitividad pero seguimos en un puesto intermedio y, en materia de costos, ya se logró el primer paso con la eliminación gradual de la sobretasa en energía y gas, pero los costos en Colombia continúan siendo poco competitivos en el contexto internacional y resulta prioritario trabajar en esta dirección, en particular en lo relacionado con los costos de transporte y logística y los energéticos.
Se tiene entonces que la economía colombiana y la industria manufacturera se encuentran actualmente en un muy buen momento que debe aprovecharse para que se convierta en una oportunidad. Para ello, la ejecución de la "Agenda de Competitividad" no da espera. Sólo de esta forma podemos minimizar el impacto de la situación internacional y lograr crecimientos altos y sostenidos.
Balance
El comienzo del último trimestre de 2011, se caracteriza por un comportamiento favorable de la industria, que según la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta, muestra crecimientos superiores al 6% en producción y ventas, utilización de la capacidad instalada por encima del promedio histórico, pedidos en aumento y un clima favorable para los negocios.
Estos resultados van en la misma línea de los presentados en otros indicadores de la actividad económica del país, entre los que se destacan el crecimiento de 12.3% (enero-septiembre) en las ventas del comercio al por menor, mayor aprobación de licencias de construcción en un 53.7% (enero-septiembre) y el desempeño de las exportaciones que alcanzan un crecimiento de 42.2% en las totales y de 17.7% para las industriales, en lo corrido del año hasta octubre.
Este panorama favorable de la economía colombiana, contrasta con la compleja situación internacional, en particular en las economías desarrolladas. Es el caso de los países de la Zona Euro y de Estados Unidos donde se percibe una creciente debilidad económica, unos mercados poco dinámicos, un desempleo que no cede, una situación fiscal con altos déficits y un nivel de deuda que para algunos países como Grecia, Irlanda, Portugal y Estados Unidos supera el 100% del PIB. Todo ello empieza a configurar una situación de crisis de confianza que motivó la adopción de medidas monetarias por parte de los bancos centrales de Estados Unidos, la Zona Euro, Japón, Reino Unido y Suiza. Ante la perspectiva de un problema de liquidez financiera a nivel mundial, redujeron las tasas de interés de referencia y, en el caso europeo, se ampliaron los plazos de los préstamos otorgados a las entidades financieras. Si bien estas medidas alivian la coyuntura inmediata, quedan pendientes las medidas estructurales orientadas a aumentar la solidez del sistema financiero y avanzar en la reducción de los desequilibrios fiscales y cambiarios. Esta difícil coyuntura mundial no se ha transmitido plenamente a las economías emergentes las cuales mantienen crecimientos relativamente favorables. El mayor impacto ha sido en los mercados bursátiles, cambiarios y de commodities donde hay una creciente volatilidad.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta, en los primeros diez meses de 2011, comparado con el mismo período del 2010, la producción aumentó 6.0%, las ventas totales 6.7% y, dentro de estas, las ventas hacia el mercado interno crecieron 6.5%.
A nivel sectorial, hay un comportamiento favorable, generalizado a la mayoría de los subsectores.
Así mismo, la utilización de la capacidad instalada alcanza en octubre un nivel de 79.9%, superior al promedio histórico de 76.4% y más de 1 punto por encima del porcentaje registrado hace un año.
Los pedidos también presentan una tendencia positiva, ya que el 91.7% de los empresarios califica sus pedidos como altos o normales, frente a un indicador de 85.8% hace un año. En el caso de los inventarios, el 79.9% de la producción califica sus existencias como normales o bajas.
El buen momento que vive la industria está reflejado en la percepción de los empresarios sobre el clima de negocios. En octubre de 2011 el 72.8% considera la situación de su empresa como buena, un repunte de 7 puntos con respecto al año anterior (65.7%). En cuanto a las expectativas sobre el inmediato futuro, el 42.6% considera que la situación va a estar mejor.
Los principales obstáculos que perciben los empresarios en el desarrollo normal de su actividad son en su orden: costo y suministro de materias primas, volatilidad del tipo de cambio, baja demanda, alta competencia en el mercado, costo del transporte terrestre y logística, problemas asociados con la ola invernal, contrabando y bajos márgenes de rentabilidad.