"Pensé que era una estafa. ¡Estaba un poco molesta, de hecho!". Esa fue la primera reacción de Terri Watkins de Durham, Carolina del Norte (EE UU) cuando recibió una llamada por teléfono que le informaba que había ganado un millón de dólares en la lotería estatal.

Pero sí, era cierto: ella era la ganadora, ella recordó riendo. "Pensé que no era real, que no podía ser real". Pero lo era, ella fue la elegida entre más de 500, 000 aspirantes en el sorteo de segunda oportunidad Supreme Riches del estado, una lotería que funciona para recaudar fondos para el sistema educativo de Carolina del Norte.

Terri Watkins es una enfermera que trabaja en la unidad de Covid-19 de una residencia de personas mayores y ha estado trabajando horas extenuantes, aislándose de su familia.

"Con solo ver algunas de las cosas que tuve que ver, estoy muy agradecida", dijo la enfermera en un comunicado hecho público por la administración de lotería. "Había estado orando por algo que me ayudara con esta situación. Realmente es algo grandioso. Estoy muy bendecida", dijo.

"Me lo tomaré con calma y averiguaré qué voy a hacer", dijo Watkins sobre a qué destinará el premio. "Me encantaría tener una casa nueva, pero tengo que tomarme el tiempo", explicó prudente.

Sin embargo, aunque el premio es de un millón de dólares esto es sólo si se acepta el cobro de 20 pagos anuales de 50.000 dólares. Si se quiere el premio completo, la suma son 600.000 dólares, de los que una vez descontados impuestos estatales y federales, la suma se queda en 424.500 dólares, que es la opción que ha preferido la enfermera.