Sandra alega que todo se debió a que no había dormido bien por los chillidos de los pavos reales que habitan fuera de su condominio. Está acusada de crueldad animal en segundo grado.
"Llegué al punto de no querer ir a ningún lado. Sólo quería meterme en un agujero", dijo Maloney.
Admite que a la mañana mató al pavo real y dijo que salió para perseguir a un pájaro que había estado chillando en el estacionamiento. Dijo que nunca tuvo la intención de matar a ninguna ave pero se dio cuenta de que perseguirla con un bate de béisbol la cansó y la ayudó a dar rienda suelta a su frustración.
La mujer dijo que podía espantar a las aves de alguna forma, pero hubo uno que no se fue con los demás y lo peor es que volvió e hizo sus necesidades sólidas en una parrilla. ¡No le toquen la parrilla a Maloney!
Agarró al pavo por detrás, sorprendiendo al ave y a ella misma. Mientras sostenía al pavo real, cazó el bate y le entró a dar sin asco y aunque erró el primer golpe, el segundo lo embocó como para que tenga. Lo llevó entonces a unos arbustos que estaban cerca y quería ocultarlo para llevarlo a su condominio y... ¡cocinarlo!
Fuente: Cronica