La tormenta azota largos brazos a través de la península de Florida mientras viaja hacia el norte en el Océano Atlántico. En el lado del Golfo, donde estoy, hay cambios repentinos en el clima y la presión barométrica, como si el día en sí tuviera una doble personalidad. Es muy confuso para un día de cortar el césped, pero el resto de la semana está ocupado, por lo que el césped empapado se corta entre lluvias repentinas y fuertes, durante los momentos de cielo azul brillante y sol fuerte. ¡El calor de vapor!

Mis vecinos apreciarán el esfuerzo, a pesar de que mis gatos son más felices cuando tienen hierba más alta para camuflarse y tener sombra. Se vuelven más parecidos a panteras y vivos, cuando su territorio es más salvaje. Dejo que el patio trasero sea su jungla, equilibrando mi propia personalidad dividida entre los suburbios atractivos y la naturaleza tropical. Aunque no tenemos Panteras de Florida, tenemos una familia de mapaches que se detiene en su camino, y una zarigüeya ocasional o dos. En su mayor parte, nuestros visitantes salvajes se preocupan por sus modales.

En mi casa tratamos de ser respetuosos con las necesidades ambientales de nuestra área. Hay un cierto aspecto que es apropiado para el ambiente general del vecindario, y también hay algunas necesidades de hábitat para las criaturas no domésticas pero suburbanas que viven entre nosotros. "La idea de que compartimos el planeta y que uno puede y debe ayudar a cuidarlo, puede parecer muy grande y, para algunas personas, estar muy por encima de la realidad.", L. Ronald Hubbard. www.thewaytohappiness.com @waytohappinesstampa