-

Emmanuel Eboué, defensa de Costa de Marfil de 34 años de edad, quien tuvo su momento más lúcido en el fútbol internacional con el Arsenal de 2005 a 2011, ha ofrecido una entrevista para el diario Mirror de Inglaterra.

Ebué fichó con un club turco apenas en septiembre pasado. La vida del defensa siempre había estado rodeada de lujos, sin embargo, las cosas han cambiado de manera drástica.

El jugador internacional ha confesado que la situación que vive hoy día lo ha llevado a pensar en el suicidio.

¿Cómo ha llegado a esta situación? Siempre según su relato, todo comenzó con su fichaje por el Galatasaray, equipo de Estambul en el que recaló en 2011 y con el ganó dos Ligas y otros títulos hasta 2015. Su esposa Aurelie se quedó en Londres con sus tres hijos "y se encargó de todos los detalles financieros. Yo firmaba todo lo que ella me decía", fiándose de ella.

Sin embargo, la ya exmujer le desplumó con el divorcio y solo le dejó una casa en el norte de Londres, que le reclama el fisco para poder afrontar sus deudas.

"Pequé de inocente, nunca he visto un banco por dentro", comentó.

Eboué explica que "pequé de inocente. No tengo ni idea de cuestiones económicas, nunca he visto un banco por dentro. Y es que no tengo ninguna preparación al margen del fútbol y nunca he sabido cómo funciona todo esto".

Así, fue presa fácil, circunstancia que le lleva a alertar a los jóvenes futbolistas: "No dejéis vuestros asuntos financieros en manos de otros".

"En el Galatasaray gané 8 millones de euros, siete de los cuales envié a casa", relata Emmanuel, internacional por los 'elefantes', con amargura, recalcando que ahora todo este dinero ha desaparecido.

"Cuando estoy en mi casa de Londres apenas me atrevo a prender la luz para que nadie sepa que estoy ahí. Espero que un día u otro la policía llame a la puerta" para desahuciarlo.

"Quiero que Dios me ayude, solo él puede sacarme de la cabeza esos pensamientos de quitarme la vida", subraya y celebra "que de pequeño mi abuela me enseñara a lavar la ropa, a cocinar y a limpiar.

Como quiera que él no tiene lavadora, lava a mano la ropa que lleva encima cada noche y muchas veces duerme en el suelo de casa de una buena amiga; así evitar el peligro de hacerlo en su propia casa.

Por el momento el 'Galata' ya ha acudido en ayuda de su exjugador, un Eboué que en 2016 fue suspendido por la FIFA por no pagar a su agente y que por ese castigo estuvo un año sin equipo, y sin poder cobrar.