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Radamel Falcao sigue demostrando que su humildad y don de gentes no tiene límites, una vez más ha demostrado tener un corazón inmenso.
Fe, entrega, amor por el fútbol, profesionalismo y aguante, son tan solo algunas de las palabras que sirven para definir a Radamel Falcao García, uno de los mejores jugadores colombianos de los últimos tiempos y de los personajes más carismáticos del país.
El Tigre es un atleta integral y un ser humano intachable, así quedó demostrado cuando recibió la visita de varios niños que le saludaron y le expresaron su admiración cariño y respeto, sin embargo uno en especial le robo varias lagrimas a Radamel al desearle que su rodilla sanará pronto, no para estar en el Mundial, más sí para que él estuviera bien.
Ante estas palabras Falcao cubrió su rostro y dejo en evidencia lo conmovido que estaba hasta el punto del llanto, acto que le engrandece aún más, el samario posee una voluntad de hierro, ya lo ha demostrado en más de una ocasión, no importan los golpes su objetivo es claro, el gol es su vida y a pesar de ser ídolo de mucho no teme mostrarse como el ser humano bondadoso y a la vez vulnerable que es.
Su fe le mantiene fuerte y sus ganas de triunfar le han llevado por el camino de la victoria siempre, su corazón que es de oro ha quedado una vez más de manifiesto ante la humildad e inocencia de un niño, que causo en el Tigre lo que ningún rival ha conseguido... hacerle llorar.