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La armonia politica que habìa logrado el Frente Nacional en Colombia, cuando liberales y conservadores se volvieron a tolerar, se fue al traste en el gobierno de Uribe. Los odios y desafueros para mantenerse en el poder crearon un ambiente de enfretamiento feroz
Bucaramanga, 5 Octubre 2009,
La polarización política que el presidente Uribe creó y estimuló para conseguir su primera reelección, cuando atacaba a la oposición como fiera hambrienta, acusándolos falsamente de guerrilleros y terroristas, hoy es total en el país. Las próximas elecciones de congresistas y presidente se verán enmarcadas entre "quienes quieran defender la Constitución y el Estado Social de Derecho, la equidad y la libertad" y los que buscan "la configuración de una dictadura de extrema derecha marcada por la discriminación social, política y económica". Los colombianos de esta manera deben definir entre "transitar de la violencia generada por la guerra proyectada para que nunca termine, enfocada a un Estado de desigualdad y discriminación social y pobreza o caminar al entendimiento sin odios que permita pensar en la generación de una democracia moderna en donde quepan todos sin sectarismos ni eliminación del contrincante por pensar diferente".
El ex Uribista y ultra defensor del presidente, Germán Vargas Lleras cree que "es necesario superar los fanatismos políticos que hoy la consume y que Colombia encuentre su camino a través del acuerdo y del entendimiento y no a través del sectarismo y la eliminación del diferente". Basta mirar el Facebook para comprobar como se destila el odio político que ya hay entre algunos colombiano para quienes la palabra tolerancia es una palabreja que no debiera estar en diccionario. Los términos en que los fanáticos de las derechas en el poder usan contra Liberales, Polo Democrático y Cambio Radical. Repugna las amenazas de que Uribe va por que va para las próximas elecciones sin importar la justicia, la constitución, la democracia y apelando al delito como herramienta política. "Si hay que matar mataremos, pero Uribe seguirá en la presidencia", es una de esas frases grotescas.
Dos alternativas para que los colombianos escojan: Dictadira de extre derrecha con uribe o Estado Social de Derecho con Polo, Liberales o Vargas Lleras
Hace pocas horas crearon una página en Facebook, que ya sobrepasa los 100.000 seguidores que reclaman investigación y piden castigo para los responsables de entregar los subsidios que al agro, se supone y en teoría, deberían beneficiar a agricultores necesitados y productivos. Según expertos en Internet, hoy por hoy, puede haber más de mil páginas de diferente tipo, invitando a las comunidades de colombianos en el exterior y en la geografía nacional a votar para cambiar el estilo político. Algunas de esas paginas están dedicadas a recordar eventos como los falsos positivos, el encuentro de voceros de narcotraficantes y paramilitares con funcionarios en la Casa de Nariño, el recorte que este gobierno hizo a los ingresos de los trabajadores y el desempleo que no cesa de crecer, el fracaso en la política de las exportaciones, la enemistad de Uribe con todos los gobiernos vecinos, la inseguridad en las grandes ciudades, el vergonzoso sistema comercial para la salud pública estimulado por el gobierno, la desaparición de la producción alimentaría en el campo, el desprecio por los desplazados de los paramilitares y la guerrilla, la venta a trasnacionales a menos precio de todas las empresas nacionales rentables, chazadas y violación y respeto por los derechos humanos, etc. En casi todas se exige castigar, naciónal o internacionalmente, políticamente y penalmente a los responsables que, según las webs, son integrantes del gobierno.
La polarización política colombiana está llegando a extremos altamente peligrosos. Hemos sabido y visto enfrentamiento entre personas que antes vivían en armonía. Un vecino relató como en un edificio del sector de Sotomayor en Bucaramanga, dos hombres se dieron de golpes para defender de esa forma el uno las teorías uribistas y la necesidad de una dictadura intolerante en Colombia y el otro por creen más en la democracia como generadora tolerancia y respeto entre los colombianos. Eran dos fieras desahogando sus impulsos partidistas. Pobre Colombia en el momento que este espíritu de polarización avance a otros lugares y retrocedamos años posteriores al asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, cuando usar una corbata de color rojo, era suficiente motivo para martájelo y se ladraba en los pulpitos que "matar liberales no es pecado". Los colombianos estamos cayendo nuevamente en la trampa de confundir a los ignorantes, pusilánimes y necesitados, para pesar en río revuelto. El fanatismo político ya es un hecho en nuestro país. La controversia es una necesidad política y partidista, pero para que sea democrática tiene que ser dentro del respeto y la constitución. Cuando se predica fuera de estos parámetros es peligrosa. Nunca puede ser honesto invitar a poner ideas a la fuerza o fuera de la ley como ya se está viendo que ocurre en Colombia. Por eso la guerrilla y los paramilitares son malos, porque anteponen a sus ideas el crimen.
Las palabras soeces y de alto tono son las que usan los colombianos para referirse en politica al gobierno y a la oposicion. La tolerancia politica a punto de desaparecer