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La Reserva Federal (Fed) impuso el lunes nuevas exigencias de capital a ocho grandes bancos estadounidenses, con el objetivo de reducir el riesgo de que su eventual quiebra pueda ocasionar al sistema bancario.
Solamente uno de esos bancos, JPMorgan Chase, no cumple actualmente con esta nueva reglamentación, que entrará en plena vigencia en enero de 2019, indicaron responsables de la Fed.
"Uno de los objetivos principales de estas normas adicionales en capital es exigir que las empresas se hagan responsables de los costos que su quiebra impondría a otros", comentó la presidenta de la Fed Janet Yellen.
Además de JPMorgan, las instituciones identificadas como sistémicamente importantes para el sector bancario global (GSIB, por su sigla en inglés), que están sujetas a la nueva reglamentación son Bank of America, Wells Fargo, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Bank of New York Mellon, Citigroup y State Street.
Los siete últimos ya han establecido reservas de capital que superan los nuevos requisitos.
La reglamentación está destinada "a reducir los riesgos que representan las GSIB para la estabilidad financiera estadounidense", señala la Fed.
El capital adicional requerido ayudará "a asegurar que las GSIB tengan capital suficiente para mantener sus operaciones durante períodos de estrés y para proteger al sistema financiero de los riesgos de contagio de una quiebra" eventual, advierte el banco central estadounidense.
Este arsenal de medidas, que se agrega a la reglamentación internacional de Basilea III, se aplicará a los gigantes bancarios cuyos activos consolidados superen los 250.000 millones de dólares y entrará en vigor por etapas a partir de enero de 2016 para estar plenamente operativo el 1º de enero de 2019.
Estos grandes bancos estadounidenses deberán disponer de un margen de fondos propios adicional de 1% a 4, 5% de sus activos asociados a riesgo.
Si estas exigencias no son cumplidas, los bancos serán sometidos a "limitaciones" en la distribución de su capital y en la asignación de algunos beneficios, adelantó el banco central estadounidense.