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Fedegán respaldó la exigencia que le hicieron al Gobierno y a las Fuerzas Armadas los ganaderos del Bajo Cauca antioqueño de actuar de manera enérgica e inmediata para contrarrestar la ola de violencia que se apoderó de la región, que cobró una víctima más con el reciente asesinato del ganadero Roberto Gil y miles de personas más en los últimos meses.
El presidente del gremio, José Félix Lafaurie, expresó su solidaridad con los productores de esa región y pidió al Gobierno que atienda urgentemente sus reclamos, y que se hagan los esfuerzos que sean necesarios para darle seguridad al Bajo Cauca, porque es una zona que está en poder de las bandas criminales, la narcoguerrilla y otros grupos delincuenciales.
"Esa delicada situación se ha traducido para los ganaderos en asesinatos, como el de Roberto Gil y muchos más, extorsiones y abigeato. La región prácticamente se encuentra secuestrada por los delincuentes, tal como lo sienten en carne propia los ganaderos quienes, como siempre ocurre en estos contextos de inseguridad, han sido las primeras víctimas", aseguró el dirigente gremial.
Agregó que lo que ocurre en el Bajo Cauca y en otras regiones se le expuso en detalle, hace menos de 15 días, al entonces Ministro de Defensa, Rodrigo Rivera. "Estoy seguro de que el nuevo Ministro, Juan Carlos Pinzón, retomará en su agenda lo acordado con su antecesor, quien prometió que la Fuerza Pública redoblará sus esfuerzos en las zonas afectadas por la inseguridad, para lo cual se mejorarán las comunicaciones entre los altos mandos de la regiones y los ganaderos para actuar de inmediato".
Los ganaderos del Bajo Cauca señalaron que los esfuerzos del gobierno con el aumento de la fuerza pública y con las operaciones contra los grupos delincuenciales no están reflejados en esta realidad que "nos tiene arrinconados. No toleramos que nuestros dirigentes nos sigan diciendo que es un problema coyuntural".
Añadieron en un comunicado que "desaprobamos el manejo que al tema de seguridad le está dando el Gobierno con unos índices estadísticos que presentan a los medios de forma amañada y engañosa.
"Nuestra comunidad se siente sola y desprotegida. Tampoco vemos que haya una sociedad solidaria con esta realidad rural que actualmente sufrimos y esto pasará una cuenta de cobro irremediablemente. Nuestra forma de vida está en peligro, no aguantamos un nuevo muerto, un nuevo desplazamiento, una nueva extorsión, ni siquiera la velada amenaza de muerte a que estamos sometidos".