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Es preciso reflexionar porque si no ¿para que elegimos Congreso y para que Gobernantes?
Es necesario ser muy reflexivos ante los pronunciamientos del señor Fiscal General, cuando de la manera más abierta y pública dice que va a desconocer lo que ordene la rama Legislativa. Es preciso reflexionar porque si no ¿para que elegimos Congreso y para que Gobernantes?.
Acaso no nos enseña la constitución política de Colombia, país en el que convivimos con el señor fiscal y que parece que no fuera paisano, que debemos respetar los poderes y su independencia; ¿por qué atreverse a desconocer tan apasionadamente y desde ya, las decisiones que tomen dos de los tres poderes?.
Que mal ejemplo, máxime cuando todos los días vemos a Magistrados, jueces, estudiantes, universidades, defensores de derechos humanos, organizaciones mundiales, periodistas, personas del común gritando, que debemos respetar las decisiones de la Justicia y además acatarlas.
Señor Montealegre, lo invito a que revise el “papelito” que firmaron el Fiscal Iguaran y el Ministro Ospina y como ciudadano, le solicito que inicie de oficio una investigación por “prevaricato” . Le digo papelito, porque si usted lo revisa detenidamente encontrará errores tan crasos como no tener un número de registro hasta lo más grave de ese papelito que está por encima y desplazo la constitución.
Que se necesita para desarrollar o para modificar la Constitución de un País como Colombia?, sencillamente quererlo hacer. Prueba de ello es la firma de este papelito. Por lo tanto, espero que tenga la sabiduría y los pantalones que demuestra tener, cuando se trata de opinar en contra de las personas que dan la vida, para que usted goce de los privilegios que le otorga la Constitución.
Me molesta que diga que saldrán “masivamente” de la cárcel más de 2000 militares y le voy a contar el porqué de mi molestia. Tengo bien claro que hay tres grupos dentro de los militares acusados: el primero, el de los militares que se han acogido a sentencia anticipada y han confesado abiertamente sus delitos; el segundo aquellos donde en operaciones militares han cometido errores sin que para ello signifique que hayan cometido homicidios como ocurrió cuando por el afán de lucir una medalla en su pecho acudieron a escenas donde se presentaron combates entre delincuentes y terroristas modificando las circunstancias de modo, tiempo y lugar y el tercero: el grupo de militares donde la patraña, la mentira, los falsos testigos, la justicia corrupta, la presión de personas y organizaciones que se dicen ser defensoras de derechos humanos, pero de unos, porque los derechos de los colombianos y de la fuerza pública no cuentan para ellos.
Por eso, permítame informarle a Colombia y al Mundo que el nuevo fiscal es una persona desconfiable para la verdadera Justicia, que es mentiroso, prevaricador, sesgado, manipulador y muchos adjetivos más donde es evidente que lo es. Hay 2000 presos militares, pero no le cuenta a Colombia y al mundo que la salida masiva de las cárceles se debe a la corrupción, que hay muchos fiscales y jueces recusados por los acusados al comprobarse que además de corruptos son miembros de organizaciones al margen de la ley.
Porque no le cuenta a Colombia y al mundo que la Justicia transicional que viene utilizando la “la Fiscalía” en contra de los miembros de la Fuerza Pública es evidente, monstruosa, apabullante en montajes. Por eso el Ejército de Colombia viene pidiendo y solicitando de todas las maneras posibles que no importa quién los juzgue, sino que sean honestos, justos, pulcros y cuanto termino tenga el diccionario para pedir el respeto a las leyes, normas y a la constitución.
Señor Montealegre, usted no es la persona confiable que Colombia esperaba y ya no hay manera de hacer marcha atrás, porque las palabras una vez estén en el aire son de quien las escucha y usted, altisonante dijo, desconocería al congreso y al Gobierno; no es a los militares que le permiten conciliar el sueño, ir a su trabajo, disfrutar con su familia; no es a mí que como Colombiano pago su salario, es a la Justicia a la que se debe por encima de todo y a la que juró un día respetaría.
Ese símbolo que tiene la justicia en el mundo, sufrió una tremenda patada en el trasero a cuenta suya y le ayudo a todos los que acusan a la justicia de sesgada, politizada, corrupta, paquidérmica, carrusel de pensiones ilegales.
Gracias a nombre de los perseguidos por su empresa
De los 2000 militares presos más de 1000 están por las componendas de gente en la fiscalía, en los juzgados, en los mismos particulares que se asocian para lucrarse o para evitar el ajusticiamiento, montajes espeluznantes, pero lo más grave lo que hacen cuando presionando a soldados, suboficiales y oficiales hasta el grado de Mayor les ofrecen toda clase de descuentos y privilegios solo para que acusen a sus superiores como son los Coroneles y Generales.
Señor Montealegre, le preste atención a su intervención ante la corte para lograr su nombramiento y cuando usted hablo de llegar hasta el sistema, entendí claramente que su idea es llegar a los altos mandos y por cada hecho investigado, debe estar desde el Comandante del batallón hasta el Comandante de las Fuerzas Militares, porque ese es el sistema.
No crea señor Montealegre, somos muchos los que prestamos atención a sus palabras y mensajes, por eso no creo en usted y no porque yo pertenezca a una u otra organización, no por escribir esta columna sea de la mano negra; no, es por sus propias palabras, es porque se siente envalentonado detrás de una toga.
Si usted quiere hacer honor a la verdad, empiece por llamar a sus fiscales y que nos cuenten de verdad quien mató a Irma Franco, porque con los impuestos que vengo pagando desde que nací, aún no he podido saber quién lo hizo; que vergüenza de fiscales y jueces que llevan tantos años averiguando la verdad y aún nadie sabe quién apretó el gatillo, pero utilizaron todo su poder para condenar al señor coronel Plazas, por estar en la plaza de Bolívar.
Qué vergüenza el CTI y Fiscales en el caso de Mapiripan; se unieron con el colectivo Alvear para acusar a un hombre que como el General Uscategui dijo la verdad que él conocía y les aporto lo suficiente para dilucidar el caso. Qué vergüenza es esa empresa que usted dirige y de la cual se siente orgulloso.
Ignominioso el caso de Santo Domingo, ser tan ruines de recoger los pedazos de esquirlas dejadas a cientos de metros de donde murieron civiles a manos de un error asesino de las FARC, para enviarlos a los EE.UU; demuestra sevicia en contra de quienes nos permiten ser uno de los países más felices del mundo.
Pero al final, el pueblo de Colombia en las estadísticas sitúan al Ejército como la Institución más creíble y a la justicia como la peor, ¿eso que nos demuestra?, sencillamente que ustedes son de verdad una empresa criminal, porque ese es el término que uno escucha de sus fiscales cuando se refieren al Ejército.
La mejor manera de pedir perdón al país es diciendo la verdad, investigando cada caso con honestidad, siendo leales con sus compatriotas y honrando su profesión.
Finalmente le quiero dar las gracias, porque para muchos entendidos usted le acaba de dar un espaldarazo a la Justicia penal Militar, porque los civiles compatriotas suyos entendimos que no habrá justicia, sino persecución.
Gracias señor Montealegre, porque lo que no pudo hacer el alto mando militar, la extrema derecha, la mano negra y todos los detractores de la justicia, usted lo hizo en una corta entrevista de tres minutos.
Gracias a nombre de los que creemos que la fuerza pública aún no está derrotada en los estrados judiciales.
Gracias a nombre de los perseguidos por su empresa.