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El FMI volvió a recortar su pronóstico sobre la economía de Brasil, la séptima del mundo, y estima ahora que tendrá una contracción de 1% este año, contra la expansión de 0, 3% que había previsto en enero.
En Brasil, "la confianza del sector privado permanece obstinadamente débil debido a desafíos de competitividad que no han sido enfrentados", indicó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe semestral sobre las perspectivas económicas mundiales, publicado este martes.
En enero, el FMI preveía que la economía brasileña crecería 0, 3% en 2015, y en octubre era aún más optimista: anticipaba una expansión de 1, 4% este año.
El Banco Central de Brasil también pronostica un quinto año decepcionante en 2015, pero con una contracción de 0, 5%, la mitad de la que vaticina el Fondo.
El ministro de Hacienda brasileño, Joaquim Levy, reconoció la tarde del martes que "el mercado tiene esa evaluación" negativa sobre la economía de Brasil. Consultado si el gobierno incorporará esa previsión en sus proyecciones, dijo que "en nuestros documentos usamos las informaciones del mercado", sin dar más detalles sobre la cifra que utilizan.
Según el FMI, otros factores que pesan son "el riesgo de racionamiento eléctrico y de agua a corto plazo, las consecuencias de la investigación en Petrobras" por corrupción y "una necesidad mayor a la esperada de hacer un ajuste fiscal".
El ajuste fiscal "tendrá un efecto negativo en el crecimiento en el comienzo del año pero creemos que mejorará la credibilidad y la confianza al avanzar el año y preparará el escenario para un retorno a un crecimiento positivo", dijo Oya Celasun, del departamento de investigación del FMI, en una conferencia de prensa celebrada en Washington DC.
Una sequía en el sureste del país afectó el suministro de agua a fines de 2014 e inicios de este año.
En Petrobras, la que fuera la empresa orgullo del país con unos 80.000 empleados, fue descubierta una enorme red de sobornos que movilizó unos 4.000 millones de dólares en una década.
- Más confianza, menos consumo -
"El renovado compromiso de las autoridades brasileñas con el control del déficit fiscal y la reducción de la inflación ayudarán a restaurar la confianza en el marco de política macroeconómica de Brasil, pero disminuirá aún más la demanda a corto plazo", prevé el Fondo.
Brasil proyecta una meta de ahorro fiscal de 1, 2% del PIB para 2015, luego de haber fallado en conseguir la del año pasado, incluso tras reducirla a 0, 2%.
"El FMI tiene su evaluación. Llamó la atención la importancia de que Brasil concluya lo más rápido posible su programa de ajuste fiscal para que volvamos a crecer" comentó Levy, citado en la estatal Agencia Brasil.
Después de registrar un alza del PIB de apenas 0, 1% en 2014, su cuarto año consecutivo de magra expansión, la mayor economía de Latinoamérica acumula un sinfín de datos macroeconómicos negativos.
La inflación se ubica en torno a 8, 13% y supera largamente el centro de la meta de 4, 5% (el Banco Central estima que será de 7, 9% en 2015), hay una elevada tasa de interés (12, 75%) y déficit de cuenta corriente y de balanza comercial.
Incluso el desempleo, que se mostró resistente durante meses, revirtió este año la tendencia y ha comenzado a subir.
Como en el resto de América Latina -que crecerá un anémico 0, 9% este año, según proyecta el Fondo- la economía de Brasil, primer productor mundial de varias materias primas, está afectada también por la desaceleración de los mercados de commodities.
El FMI espera que el mayor declive de precios de commodities en 2015 se registre en el mineral de hierro, del que Brasil es uno de los mayores productores.
- Mejoras a partir de 2016 -
Para 2016, el FMI aguarda una leve mejoría, con un alza de 1% del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, esta cifra es 0, 5% inferior a la pronosticada hace tres meses.
El FMI espera asimismo este año una inflación de 7, 8%, por encima del techo máximo de 6, 5% impuesto por el gobierno, pero cree que irá decreciendo hacia 2017.
"Se espera que la inflación supere el techo del margen de tolerancia este año, reflejando un ajuste de los precios regulados y la depreciación del tipo de cambio, y que converja hacia la meta de 4, 5% en los próximos dos años", apuntó.
El real se ha depreciado más de 13% frente al dólar en lo que va del año.
El Fondo subraya asimismo la importancia de que las grandes economías lleven a cabo reformas estructurales significativas para elevar la productividad y el crecimiento de manera duradera.
Para Brasil, recomienda sobre todo "reformas de la educación, las leyes laborales y buscar mercados para sus productos para elevar la competitividad".