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Las alarmas en el sector bancario saltaron de nuevo este lunes con la noticia de una nueva posible fusión: BBVA anunció que mantiene contactos preliminares para una eventual unión a Sabadell. Dos entidades que siguen los pasos de Caixabank-Bankia y Unicaja-Liberbank.
La operación es una más de la serie de compras y fusiones que se han dado en el sector bancario español desde hace varios años, y que en los últimos meses se han acelerado en medio de la por la pandemia del coronavirus.
¿Por qué los bancos españoles se están fusionando? Los expertos dan algunas claves:
Luis Garvías, profesor de Finanzas de la Universidad Comillas-ICADE, y Josep Lladós, profesor de Economía de la Universitat Oberta de Catalunya, consideran que estos procesos de fusión en el sector bancario español son necesarios e indispensables en este contexto de crisis.
La banca está actualmente en una encrucijada. Cuando perduran todavía las consecuencias de la crisis inmobiliaria de 2008, que arrasó el sector, ahora tiene que lidiar con la debacle económica que ha causado la crisis del coronavirus, destaca Lladós.
"Venimos de un proceso de crisis inmobiliaria enorme, que impactó directamente en el sector financiero por la vía de las hipotecas, y que resolvimos mediante un rescate público muy cuantioso, del que hemos recuperado poco dinero", recuerda Lladós. "Pero además la situación actual hace que las entidades financieras que han sobrevivido siguen estando en cierta situación de vulnerabilidad, porque estamos ante la nueva crisis provocada por la COVID, lo que quiere decir menos actividad, menos depósitos, menor concesión de créditos, menos negocio".
Además, los bancos trabajan con tipos de interés muy bajos, en mínimos históricos, y por tanto con márgenes muy pequeños. "Les obliga a estar recortando constantemente costes, porque no pueden subir el precio de su producto, que son los tipos de interés".
Y aunque llegue la recuperación, destaca, vendrá después una mayor morosidad. Ahora mismo hay procesos de moratorias y aplazamientos con fecha de caducidad, y cuando se venzan los plazos van a subir los impagos. Esta merma en los activos bancarios va a emerger el año próximo, y hará que muchas entidades, que ya tienen un margen muy pequeño de ganancia, entren en situación de riesgo. "Todos sabemos que el año próximo va a ser difícil para el sector bancario", agrega.
Por su parte, Garvías califica de "natural" el proceso de fusiones, tomando en cuenta que la banca española estaba históricamente muy fragmentada. En España había en 1986 unas 50 cajas de ahorro y más de 20 entidades financieras, que en 2010 se han quedado en siete, fusionándose cajas de ahorro por un lado y bancos por otro.
"Ahora estamos en una tendencia que probablemente culmine con un duopolio, con dos grandes bancos que tengan el control y el poder", considera.
Lladós también recuerda que el mismo Banco de España y el Banco Central Europeo han estado presionando mucho en sus últimos informes en ir hacia un proceso de "consolidación". "Que en el fondo quiere decir promover fusiones", señala.
¿Es Bueno un duopolio o una concentración para el cliente? Al quedar menos bancos también quedan menos opciones para los usuarios. Garvías lo ejemplifica en las comisiones bancarias: a menos bancos, probablemente se eleve a corto plazo el montante que estas entidades cobran por sus servicios.
Pero Garvías señala que la revolución tecnológica está haciendo que a los bancos tradicionales les salgan nuevos competidores, las empresas de telecomunicaciones y de tecnología. "¿Dónde tienes tu banco? En el móvil", destaca
El profesor recuerda que ahora son estas empresas las que se están metiendo en el negocio bancario: la telefónica francesa Orange Télécom y la compañía de videojuegos china Tencent son dos ejemplos de firmas que ya han adquirido licencias bancarias.
"El mayor enemigo de los bancos son las empresas tecnológicas", asegura. "Lo que necesitas es un préstamo, saber el dinero que tienes, hacer una transferencia. Te da igual que te lo dé el BBVA, Santander o CaixaBank, Movistar o Apple, o una compañía china".
Así, en el corto plazo habrá más comisiones para los clientes. Pero a medio y largo plazo, los usuarios tendrán más opciones de la mano de los servicios bancarios que prestarán cada vez en mayor medida estas tecnológicas.
"Una cosa es el negocio de las telecomunicaciones y otra el negocio bancario, pero todo está convergiendo, las fronteras tienden a desaparecer", apunta.
El movimiento de BBVA probablemente responda también, según Garvías, a "un paso para salvar los muebles, no sé si del Sabadell, del BBVA o de los propios gestores para sobrevivir: estamos en un entorno de o comes o te comen".
El experto señala que se había hablado de que Banco Santander estaba interesado en una operación con el BBVA. "Con este movimiento, probablemente BBVA esté moviendo ficha para no ser comido por el Santander".
BBVA comenzó a moverse el mismo lunes por la mañana con el anuncio de que vendía su negocio en EE UU por 9.700 millones de euros. Una operación que facilitaría las cosas con el regulador.
"BBVA tiene mucho capital en México a través de Bancomer, y gracias a su presencia en Estados Unidos le daba rentabilidad y generaba una serie de sinergias", señala Garvías. "Pero ahora se ha desprendido de ese negocio en Estados Unidos probablemente para facilitar posibles fusiones".
La desinversión, agrega Lladós, le da al banco español recursos para enfrentar una posible fusión. "Ha generado un superávit le da liquidez, margen financiero y contable para abordar ahora un posible proceso de fusión", indica.
La unión BBVA-Sabadell también generaría "sinergias positivas", apunta Lladó. La primera es una gran entidad presente en todos los segmentos, mientras que la segunda aportará su buena presencias en el ahorro corporativo, principalmente en pymes.
Sin embargo, más que una fusión, Lladós lo califica como una "absorción encubierta", por la gran diferencia de tamaño entre las dos entidades.
Esta unión traerá, como en el caso de Caixabank-Bankia, una reducción de personal y oficinas. Las dos organizaciones suman una plantilla de 40.000 personas, y los dos sindicatos ya han pedido que, si la opreación sale adelante, se articule un acuerdo que proteja a los empleados.
Tras este movimiento del BBVA, Lladós no duda en apuntar que "todos los ojos ahora se vuelven al Santander". Y es que las nuevas entidades fusionadas casi doblarían el tamaño de la banca que dirige Ana Botín, algo que seguramente no se quedará así. "Pero hay que darle tiempo", agrega.
Y es que Santander tiene una "expansión internacional compleja" por los movimientos que ha hecho en Reino Unido. En todo caso, el posible movimiento del Santander se verá seguramente en 2021.
Este nuevo movimiento también aumenta la presencia de la banca española en la clasificación internacional. Santander ocupa el lugar 16 con 1, 7 billones de dólares en activos, según el ránking 2020 de S&P. Una fusión pondría a BBVA-Sabadell en el lugar 23 de esa lista (actualmente ocupan los sitios 42 y 100 respectivamente). Caixabank-Bankia creará el primer banco en España y sería el número 43 en el mundo en el mismo lista.
Con este tipo de bancos, explica Garvías, lo que se está haciendo es crear lo que Basilea III (la regulación de los bancos centrales para el sector) llama bancos sistémicos: demasiado grandes para dejarlos caer.
"Si alguna vez estos bancos tienen algún problema, lo tiene que resolver el BCE y no puedan dejarlos caer", señala. "En cambio, si fueran más pequeños, ante un problema el regulador sí los podría dejar caer".
En el fondo, con las fusiones se facilita el control de los problemas bancarios. Se mejora en algunos aspectos, se generan sinergias, pero los problemas fundamentales de cada entidad siguen ahí,
"Las fusiones como tales no ayudan a nada en concreto, lo que pasa es que permiten gestionar mejor un problema", considera el experto de la ICADE. "Es mejor gestionar los problemas si lo tienes juntos que si están separado en varias partes".