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Estrellas mundiales como lionel Messi, Neymar, Luis Suárez y James Rodríguez elevan al fútbol sudamericano a la cúspide del deporte más popular con sus asombrosas habilidades, mientras muchos de los dirigentes regionales se encargan de enterrarlo en el barro de la corrupción.
Cinco responsables latinoamericanos de la FIFA han sido detenidos en Zurich, dos días antes del Congreso del poderoso organismo del fútbol mundial, a solicitud de autoridades estadounidenses por sospechas de haber cobrado sobornos durante años, en un escándalo que causó un sismo en su sede suiza.
El uruguayo Eugenio Figueredo, vicepresidente ejecutivo de la FIFA y expresidente de la Conmebol, detenido en Zurich, así como el paraguayo Nicolás Leoz, con pedido de arresto, son los últimos representantes de una generación liderada por el fallecido Julio Grondona, argentino exvicepresidente de la FIFA, y el brasileño Joao Havelange, expresidente de ese organismo (1974-1998), que pisó muy fuerte en la cima del fútbol mundial, pero a costa del enorme prestigio de sus futbolistas.
Ese poder se cimenta además en la popularidad abrumadora del fútbol en Sudamérica, donde este deporte se disfruta y sufre como un asunto de vida o muerte.
- Quinto cupo, por los jugadores -
Si la Conmebol aspira a que la FIFA confirme en su Congreso que conservará cuatro cupos y medio para las eliminatorias del Mundial de Rusia-2018, es por la enorme categoría de sus futbolistas que militan en los clubes más competitivos del mundo.
Con diez federaciones en total, es casi imposible que Sudamérica conserve cuatro cupos y medio -en la práctica son cinco porque siempre gana las repescas- si no fuera que los Mundiales cobran relieve con los jugadores que brillan en los más poderosos clubes del planeta.
Solo por citar un ejemplo próximo y de gran relieve: Messi, Suárez, Neymar, Javier Mascherano, Dani Alves, Adriano y Claudio Bravo, por el Barcelona, y Carlos Tevez, Arturo Vidal, Roberto Pereyra y Martín Cáceres, por la Juventus, serán actores, y no de reparto, de la final de la Liga de Campeones de Europa en Berlín el 6 de junio.
La mayoría de ellos estará además en la Copa América Chile-2015 desde el 11 de junio. También el colombiano James Rodríguez (Real Madrid), el chileno Alexis Sánchez (Arsenal), el uruguayo Edinson Cavani (PSG), el argentino Sergio Agüero (Manchester City) y el brasileño Thiago Silva (PSG). Casi un Mundial, sin Alemania ni Cristiano Ronaldo.
- Maradona y Romario, con munición gruesa -
Otros malabaristas y pesos pesados del fútbol ya retirados, como Diego Maradona y Romario, así como el paraguayo José Luis Chilavert, se restregaron las manos tras la acción judicial contra los dirigentes inculpados de la Conmebol, luego de años de cuestionarlos por presunta corrupción.
Con el cuchillo entre los dientes, los tres la emprendieron nuevamente contra directivos del fútbol de la región pero no dejaron afuera al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien el viernes buscará su quinto mandato al frente del poderoso organismo del fútbol mundial en medio del terremoto por el escándalo de corrupción.
"Cuidado con que Blatter tenga que ir a Estados Unidos a dar explicaciones. Ellos (los estadounidenses) lo vienen persiguiendo (desde) hace 10 años", advirtió Maradona a radio La Red de Buenos Aires al celebrar el operativo judicial.
Maradona, campeón mundial en México-1986 y el mejor jugador del planeta en la década de 1980, recordó que hace 15 años viene denunciando corrupción en el fútbol y "me trataron de loco".
"Hoy no hay fútbol. No hay transparencia. Basta de mentirle a la gente y de hacer una cena show para reelegirlo a Blatter", disparó con munición gruesa.
Otro campeón mundial, el actual senador brasileño Romario, no se quedó atrás: "Ladrón tiene que ir a la cárcel", dijo.
"Muchos de los corruptos y ladrones que hacen mal al fútbol fueron presos. Inclusive uno de los mayores del país (Brasil), que se llama José Maria Marin", declaró Romario sobre el vicepresidente de la CBF, uno de los detenidos en Zurich.
Romario junto a Chilavert, excapitán paraguayo, había formado una corriente de exfutbolistas que intentó en algún momento postularse para suceder a la antigua dirigencia del fútbol sudamericano.
Ese movimiento se había formado para terminar "con el despilfarro que viene de Havelange, de Blatter. El jefe de la mafia ya no está, que era (Julio) Grondona", apuntó el exportero, quien desarrolló casi toda su carrera deportiva en Argentina.
"Se convirtieron en millonarios gracias al fútbol mientras los jugadores quedaban cada vez mas empobrecidos", remarcó.
La pasión por el fútbol lleva a decenas de miles de jóvenes en Sudamérica a abandonar el trabajo y el estudio con la esperanza de ser una estrella en el futuro, pero muy pocos llegan a la orilla y los que la alcanzan apenas pueden sobrevivir en un deporte que sin embargo genera cientos de millones de dólares al año.